Siete empresarios han donado más de 86 millones de pesos a la candidatura del ex Presidente Sebastián Piñera, transformándose extrañamente en los principales mecenas de su campaña para enfrentar las primarias del próximo 2 de julio.
Según señala el Servicio Electoral (Servel), en las primarias presidenciales el límite de gasto electoral será de $ 565.487.753, sin que puedan aportar empresas por lo que lo las donaciones tienen que ser realizadas por personas naturales, quienes pueden entregar un máximo de $13.159.955 pesos. Para quienes deseen mantenerse en el anonimato, la ley señala que el monto no debe superar $1.052.796 pesos.
El ex Presidente se lleva, de acuerdo a las estadísticas que entrega el Servel, el total de aportes a su campaña, con $86.333.202 pesos, cifra que fue entregada por 17 personas, de las cuales siete concentran el 99,5% de las donaciones con $85.970.000 pesos.
El registro también señala que todos los aportes son públicos, exceptuando a una persona que entregó $1.000 pesos y que optó por el anonimato.
Según precisa La Segunda, los donantes más importantes para la candidatura de Piñera son la ex consejera de la Sofofa, Anita Briones Goich; el ex director de Cementos Bío Bío, Camilo Justiniano Briones; el presidente del Consejo Asesor Nacional de Clapes UC y miembro del equipo programático de Piñera, Alfonso Swett Opazo; el socio fundador de PICTON Advisors, José Miguel Ureta Cardoen; el ex socio de Sebastián Piñera en CMB Prime y en LAN, Ignacio Guerrero Gutiérrez; el dueño del supermercado Big John, Juan Pablo Correo Valenzuela y el gerente general de consorcio, Patricio Daniel Parodi.
Lo que llama la atención es que Piñera teniendo una fortuna de US$2.700, según Forbes, no esté financiando él su propia campaña a las primarias, tal como lo ha hecho su contendor de Chile Vamos, Manuel José Ossandón, quien se autodonó $80 millones de pesos, de acuerdo a lo que establece el Servel.
Una primera lectura podría ser la señal que están enviando algunos importantes empresarios al sector, como una forma de mostrar el respaldo que están dando al principal candidato de la derecha para llegar a La Moneda.
Esto como una forma de mostrar que está dispuesto a enmendar el rumbo volviendo al mercado, ya que su fe en el crecimiento económico es inquebrantable, ya que como lo señaló cuando dio a conocer que era el candidato presidencial.
“El crecimiento económico crea empleos, mejora los salarios, aumenta la recaudación del Estado (…). No hay mejor política de recaudación fiscal que el crecimiento económico. Si logramos que la tasa de crecimiento se duplique o triplique, entonces todo lo que yo le estoy diciendo va a ser posible. Por eso, la esencia de nuestro programa de Gobierno es que Chile recupere se capacidad de crecer, de invertir, de mejorar los empleos, de mejorar los salarios y mejorar las pensiones”, expresó Piñera en esa oportunidad.
A esto también se suma que el empresariado quedó huérfano luego que Ricardo Lagos bajara su candidatura, tras no recibir el apoyo del Partido Socialista, lo cual acrecentó la incertidumbre en el sector al no tener un “paladín” que los defendiera y la aparición de candidaturas que quieren seguir la senda de cambios impulsadas por la Presidenta Michelle Bachelet, como es el caso de Rciardo Lagos o ahondar más en tales cambios como Beatriz Sánchez y Alfredo Mayol, o las posturas más populistas como Manuel José Ossandón.
Hay que acordarse de las buenas palabras expresadas por importantes empresarios a favor de Lagos, como las del ex timonel de la CPC, Alberto Salas, quien dijo que “ambos (Piñera y Lagos) han liderado gobiernos durante un periodo en que Chile ha logrado un progreso importante; por lo tanto, son buenas cartas”.
Otra lectura se podría apreciar respecto a que trata de mostrar independencia de los poderes económicos y evitar todo tipo de especulaciones respecto al financiamiento de su campaña para las primarias.
Lo anterior se refiere a toda la polémica por el financiamiento que tuvo su campaña presidencial anterior, en donde lideró los aportes reservados por vía legal y en donde las empresas pesqueras fueron importantes para su triunfo con aportes de más de $82 millones de pesos con cuatro donantes distintos entre la primera y segunda vuelta de 2009. Hay que señalar la polémica ley de pesca fue aprobada bajo su mandato y cuando Pablo Longueira era el ministro de Economía y que posteriormente dio origen al caso Corpesca.
Una tercera lectura es la de estar guardando todo su poderío económico para las presidenciales definitivas, donde tendrá que demostrar que su forma de actuar ha cambiado y así poder convencer a los sectores indecisos de que él es la mejor opción para gobernar el país.
Sin embargo, esta opción es muy difícil que la lleve a cabo, debido a que la prensa constantemente le está enrostrando diversas situaciones que podrían complicar sus aspiraciones de llegar por segunda vez a La Moneda.
Las dudas quedan abiertas para un candidato presidencial que ha estado en medio de la polémica por sus constantes relaciones con meganegocios y sus inversiones en paraísos fiscales, que para mala suerte de él nunca son informadas por su entorno sino que por la prensa, como sucedió con la inversión en Exalmar (Perú) o por la supuesta incidencia en la Ley de Pesca. Sólo el tiempo dirá si saldrá algo nuevo relacionado con Piñera que le pueda costar su postulación a la primera magistratura.