La propiedad del cantante es una de las casas más cotizadas de Manhattan: el impresionante dúplex en el que Sting y su mujer Trudie residen desde 2008. Una propiedad con vistas únicas al Central Park por el que en su día pagaron 28 millones de dólares.
Por cierto, si consiguen vender al precio de salida que han puesto en Sotheby’s recuperarían el doble de lo invertido. Está claro que Sting es un maestro de la música, pero sobre todo de los negocios.
La impresionante casa, dividida en dos plantas, tiene una superficie aproximada de 500 metros cuadrados distribuidos en un enorme salón, cuatro dormitorios, cocina profesional, biblioteca y despacho. En todas las estancias, por cierto, las ventanas van del suelo al techo para que las vistas del skyline de la ciudad sean la mejor decoración.
Los huéspedes del edificio, situado en el 15 Central Park West, pueden disfrutar además de otros servicios de lujo complementarios como un gimnasio, una piscina, sauna, un cine privado, restaurante propio, bodegas, un salón de juegos y parque infantil.