El sempiterno candidato presidencial y líder del PRO, Marco Enríquez Ominami, salió a disparar toda su artillería contra el Partido Socialista y el senador Alejandro Guillier, luego de la decisión del Comité Central de desechar la opción de Ricardo Lagos como abanderado de la colectividad, indicando que centroizquierda está confundiendo la simpatía de un candidato con la empatía, confiando en “encuestas mal hechas”.
Así lo asegura en una carta a El Mercurio, en la cual precisa que el fin de semana pasado “quedó demostrado que la izquierda está en pánico y que, al mismo tiempo, está actuando desde la especulación, y no desde el valor. Frente a la experiencia de Ricardo Lagos y su visión de país, el comité general del PS prefirió ocultar la mano –porque sabemos que el que tira la primera piedra es el más culpable- y votar secretamente para elegir inexistentes propuestas de Guillier”.
En ese mismo sentido, dijo que “en la centroizquierda estamos confundiendo simpatía con empatía. La primera es fundamental en la televisión, pero improcedente en la política. La empatía, en cambio, es el corazón de la política, porque la política se trata de la preocupación por el otro, fundamentalmente por el otro más débil”.
“En la centroizquierda estamos confundiendo hacer política con tener opinión. En el periodismo es fundamental tener opinión, de todo y de todos. La política, en cambio, es el trabajo de tomar decisiones –desde la empatía-. Tomar decisiones para y con otros. Y es también trabajo de la política pagar el costo de las decisiones tomadas. Habrá gente contenta y otros se pondrán tristes. Algunos entenderán estos costos y otros se sentirán decepcionados. Pero de eso se trata. Porque en política nadie es medallista de oro”, explicó.
Enríquez-Ominami también cuestiona a la centroizquierda con el hecho que se está rindiendo al pánico, indicando que “teniendo las puestas totalmente abiertas, se siente como en un edificio que se incendia con los escapes bloqueados. Y ciega a sus programas de país; prefiere intentar salir especulando. Que es lo mismo que tirarse de cabeza por la ventana porque Juanito también lo hizo. Vamos a apoyar a este candidato porque –más o menos- está mejor que este otro. Porque según el 15% de esa encuesta es un “líder que está más en sintonía con los tiempos, con la gente”.
Su cuestionamiento a la centroizquierda continúa al señalar que renunció a la gente y “en vez de militar y votar, prefieren, simplemente, encuestar. Peor aún, prefieren flojamente confiar en encuestas mal hechas. Las críticas a las encuestas son diarias no solo en Chile, sino a nivel internacional (…) y aún siendo semanal, una encuesta mal hecha tan solo arrojará estadísticas semanales falsas. Pero el pánico, como dice Keynes, quienes no confían en su propio juicio y valores optarán por confiar en lo que hace el resto”.
Explica que en casi 20 años en política “he aprendido a acercarme al corazón de la gente, a reír con sus alegrías, pero también a llorar con sus penas y frustraciones. He conocido grandes traiciones, pero también las más fuertes lealtades. He aprendido a ganar elecciones, pero también a perderlas. He aprendido que soñar es algo que uno hace con la almohada. Pero que la política se trata de forjar acuerdos, y la energía que toma el lograr esos acuerdos”.
Al finalizar su misiva, Enríquez-Ominami alaba el liderazgo del ex Presidente Lagos, pero sostiene que se retiró “antes del pitazo inicial de este partido que recién comienza, únicamente porque el socialismo se convirtió en un especulador de encuestas. Curiosa coincidencia: la misma especulación que adora Piñera en la bolsa se produjo ahora con las encuestas y del otro lado de la cancha”.