Un especialista nos explica por qué se produce esta adicción, qué es lo que ocurre en nuestro cerebro, los vacíos que se están llenando y cómo controlar estos impulsos.

Muchos hablan por estos días del consumo de mariscos y pescados y de los precios de éstos durante Semana Santa. También sobre el cuidado que deben tener los niños al comer chocolates sin control el día de Pascua de Resurrección. ¿Pero qué ocurre con aquellos adultos adictos a este dulce alimento, quienes pueden llegar a subir hasta tres kilos en un solo fin de semana?

El psicólogo e hipnoterapeuta José Luis Rojas nos explica que la ingesta de chocolate hace que nuestro cerebro produzca algunas sustancias que nos dan placer, por ejemplo, endorfinas, que son las llamadas «hormonas de la felicidad», misma sensación que obtiene también un atleta de alto rendimiento, ya que se trata de sustancias que se gatillan luego de 20 minutos que comienzas a hacer ejercicio.

Además, los últimos estudios han demostrado que el chocolate también produce una sustancia llamada encefalina, cuyo efecto es parecido al de la morfina en nuestro cerebro, lo que lo hace muy adictivo.

José Luis Rojas señala que hay vacíos que pueden llenarse con alimentos en general y en particular con chocolates, por ejemplo, las carencias afectivas, algunas angustias, el vacío que deja el fin de una relación, ciertos estados depresivos, entre otros. “Las emociones van y vienen y nuestra «guata» sufre, ahí aparece la idea de que «comiendo» se calmará la ansiedad. Inicialmente lo logra, pero al rato vuelve, porque estas situaciones emocionales no se resuelven comiendo, porque son emocionales y necesitan tratarse psicológicamente”.

El experto agrega que “es posible identificar la emoción que se está haciendo presente al momento de sentir la ansiedad y por la cual pensamos en resolverla comiendo. Hay que poner atención a qué está pasando en el momento de sentir la ansiedad, qué pasa a su alrededor, o en qué acaba de pensar, sentir o ver y por qué se gatilló la ansiedad. Si se hace ese ejercicio, cada vez que se sienta esta sensación de vacío en el abdomen, es probable que la persona descubra la causa y pueda tratarla”.

Sobre los consejos para aquellos que no pueden parar esta adicción al chocolate o a cualquier otro alimento que esté supliendo el vacío que se siente emocionalmente, el psicólogo e hipnoterapeuta, advierte que estas personas deben tratarse la ansiedad y la adicción a los carbohidratos y “deberían intentar hacer un cambio profundo a nivel de paradigmas inconscientes, que los hacen tropezar una y otra vez en la misma piedra”.

“La hipnoterapia es tremendamente efectiva, ya que logra justamente lo más importante, que es el cambio de los antiguos paradigmas, que las personas tienen muy arraigados normalmente desde la infancia. Es importante recordar que lo que no se ve (inconsciente), crea lo que se ve (cuerpo), así como las raíces (que no se ven) crean la flor que nos deleita con su belleza”. La Hipnodieta es un tratamiento que ya funciona hace más de 2 años mediante una plataforma de e-learning y se ha comprobado su eficacia.

“Se les enseña a los pacientes a comer, manejar la ansiedad, se trata su adicción a los carbohidratos, entre otras temáticas. Tiene una duración de 63 días, ya que el ser humano necesita 21 días para modificar un hábito y cuando este número se triplica, se vuelve ley a nivel inconsciente. Luego de esos 63 días, la persona queda con audios de reforzamiento”.

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