Pese a haber nacido en Argentina, por las venas de Raúl Becerra siempre ha corrido sangre chilena, ya que su madre, oriunda de nuestro país, viajó cuando tenía 14 años para erradicarse en el país vecino, más específicamente en Río Gallegos, donde conoció a quien años más tarde sería el padre del delantero evertoniano.
Lo cierto es que a raíz de este lazo sanguíneo, Raúl Becerra pudo acreditar de manera muy rápida su nacionalización y hace pocos días recibió el documento que desde ahora lo acredita oficialmente como un compatriota más.
“Estoy muy contento orgulloso de ser chileno. Ahora me toca defender la profesión, quiero seguir jugando de la misma forma y aprovechar la oportunidad que me da Chile para seguir creciendo”, indicó.
Ante los beneficios que conlleva la nacionalización, el propio delantero de 29 años contó que “la nacionalidad, en primera instancia, me da la posibilidad de no ocupar cupo de extranjero y eso es muy importante no solo para mí, sino también para el club. Esto claramente me da la posibilidad de seguir proyectándome en Everton y en este país”.
A Becerra lo ilusiona jugar con La Roja, pero su mente está enfocada más en el día a día, ya que sabe que mejorando y jugando bien, la chance en la selección puede llegar.
“Yo creo que si las cosas siguen dándose para bien, y tanto a nivel de equipo como en lo personal, puede darse una posible citación. Aunque eso es más para futuro, hoy solo toca pensar en el partido de esta semana y seguir entrenando para lo que venga”, confesó.
Casi como su hubiese sido planeado, el chileno Raúl Becerra deberá gritar sus primeros goles como chileno justamente ante Argentina, próximo rival de La Roja en eliminatorias.
Eso sí, el artillero no se la jugó por un resultado, indicando que “el partido obvio que voy a verlo, porque es lo que me gusta hacer. Lógicamente ahora tendré que hacer un doble análisis, pero yo solo espero que sea un buen espectáculo y que gane el mejor”.