Frieda Hull, amiga y confidente de la rubia más famosa del cine, atesoraba estas diapositivas que fueron tomadas en el set de filmación de la película ‘Misfits’, en Nueva York.
Tener un hijo era una de las ilusiones más grandes de Marilyn; sin embargo, nunca pudo concretarse. La actriz perdió al bebé poco tiempo después debido a la endometriosis que padecía y que ya le había causado tres abortos previos.
Se dice que Monroe quería mantener en secreto su estado porque el bebé no era de su entonces marido, el dramaturgo Arthur Miller, sino del actor Yves Montand, con quien tuvo un affaire durante la filmación de la película ‘Let’s Make Love’.
Antes de morir, Frieda Hull le contó la triste historia a Tony Michaels, el hombre que compró las diapositivas y que también era su vecino.
Marilyn Monroe murió dos años después de que fueron tomadas estas imágenes.