La Contraloría General de la República inició hace un tiempo una investigación interna como respuesta a una denuncia presentada a través de Transparencia. Esta tiene relación con una serie de pagos a un grupo de funcionarios de la institución a cambio de horas extras que no fueron debidamente respaldadas.
Según los documentos emanados del ente contralor y que fueron chequeados por Infogate: entre los beneficiados aparecen tres funcionarios que eran cercanos al ex Contralor Ramiro Mendoza.
Cada uno de ellos cobro una cifra cercana a $133.980.000 por un total de de 80 horas extras no respaldadas (40 diurnas y 40 nocturnas) entre 2007 y 20014. Es decir, cuando Ramiro Mendoza fue Contralor de la República.
Se trata de Victoria Narvaez Alonso, Secretaría General de la CGR; Osvaldo Vargas Zincke, Jefe División de Infraestructura y Regulación que fue ascendido por Ramiro Mendoza al cargo de Subcontralor; y Julio Magnere Pallavicini, su ex Jefe de Gabinete.
La aparición de estos pagos, a tres personas muy cercanas al ex Contralor, llama la atención por cuanto Mendoza fue considerado como un paladín de la transparencia y la anticorrupción.
Prueba de ello, son sus propias declaraciones. En su última cuenta pública, dijo que: «No podemos cerrar nuestros ojos, la corrupción ha llegado, pero es también cierto que tenemos fortalezas institucionales para prevenir el crecimiento del flagelo y su control».
«Todos estamos llamados a poner nuestros mejores esfuerzos en aras de un mejor Estado», afirmó entonces el abogado.
Más tarde, el decano de Derecho de la Universidad Adolfo Ibáñez declaró a través de Radio Duna que si no se cumplen las regulaciones sobre transparencia y probidad, la gente se va a sentir «pichuleada, como dice una expresión que está en el diccionario de la Real Academia Española desde el 2002».