Luis Larraín, en El Libero, las emprende contra Ricardo Lagos por su excelente propuesta para mejorar las pensiones, acusándolo de haber caído en el populismo.
El ex Presidente se pronunció tajantemente por una reforma al sistema de pensiones, profundizando su carácter mixto, público – privado. Por una parte, propone destinar íntegramente el 5% de cotización adicional a un fondo gestionado solidariamente por el Estado y, por otra, propone un cambio radical a la estructura de comisiones que las AFP le cobran a los cotizantes. Esto no es populismo, es un planteamiento serio para mejorar las pensiones de todos los jubilados, para los actuales y futuros. Son pasos decisivos para la transformación del negocio previsional de las AFP en un verdadero sistema de pensiones.
El actual sistema previsional genera pensiones de pobreza, en promedio de sólo $200.000, muy por debajo de lo prometido en su creación, del 70% de cobertura de los ingresos promedio de los últimos diez años.
Este sistema previsional es estructuralmente inequitativo. A la clase media y los trabajadores, sueldos menores a los dos millones de pesos, se les obliga a un ahorro forzoso del 10%; a la élite, los sueldos superiores, ese porcentaje baja sustantivamente: autoridades de gobierno y parlamentarios es menor al 5% y en los gerentes de grandes empresas entre el 1 y 2%.
Las AFP obtienen ganancias desmedidas, entre un 22% y un 35% del capital, en desmedro directo del ahorro de los cotizantes y sus pensiones. Efectivamente, la comisión es entre un 1,2% a 1,5% del sueldo imponible, lo que significa que es entre un 12% y un 15% de la cotización. En ningún otro negocio financiero, en el mundo, existe este escandaloso cobro usurero de comisión por la plata que se gestiona! La propuesta de Ricardo Lagos, por lo demás, coincide con las voces más sensatas de las propias AFP de reestructurar radicalmente el sistema de comisiones.
En los hechos, el actual sistema previsional obliga a la población “activa”, a financiar a los “pasivos”, pensionados que no trabajan. Lo que propone Ricardo Lagos es terminar con este co-pago previsional y reemplazarlo con el incremento adecuado de los fondos de pensiones, aliviando así el presupuesto familiar.
Quienes sí hacen gala de populismo y demagogia son el señor Larraín y su candidato Piñera. No les interesan los pensionados. Prometieron falsamente que las AFP darían pensiones equivalentes al 70% del sueldo y no han cumplido. Insistir en fortalecer las AFP no es para mejorar las pensiones, tan sólo para hacer aún más rentable el negocio de sus dueños y tener dinero barato para las grandes empresas y el sistema financiero.
Larraín y Piñera se escandalizan porque el 5% de cotización adicional será administrado por el Estado y engañan al cotizante con la campaña del terror que sus ahorros irían a fondo perdido. El fondo constituido con el 5% adicional deberá ser administrado por una entidad estatal autónoma, tipo Banco Central, con la misión de asegurar su mayor rentabilidad sostenible, con una cuenta de ahorro individual de cada cotizante, asegurándose que la pensión será siempre, al menos, la resultante de la suma de 10% ya existente en la AFP más el 5% de la contribución al sistema colaborativo.
El realismo y seriedad de la propuesta de Ricardo de Lagos es avanzar gradualmente hacia un verdadero sistema de pensiones, que las mejore aquí y ahora, y en el futuro; más allá de los maximalismos de derecha e izquierda.