Este viernes (04.11.2016) entró en vigor el acuerdo climático de la ONU, que hasta ahora han ratificado 97 países, entre ellos los mayores pecadores del clima como China, Estados Unidos, la UE e India. El hecho de que haya sido ratificado por tantos países en tan poco tiempo es considerado un hito histórico en la política climática.
¿Cuál es la meta del acuerdo?
Para limitar el calentamiento global a 1,5 grados, es necesario reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. El dióxido de carbono es liberado con la quema de combustibles fósiles y la tala de bosques. Este gas es responsable de un 72 por ciento del efecto invernadero. Para limitar el calentamiento global a un máximo de dos grados, se debe poner fin al abastecimiento energético a base de carbón, petróleo y gas hasta el año 2050.
El metano y óxido de nitrógeno (N2O) provocan un cuarto del calentamiento global. Una menor producción de carne y lácteos, así como un menor uso de fertilizantes, ayudarían a reducir las emisiones de estos gases. También a través de la reforestación se pretende combatir los gases de efecto invernadero, ya que los árboles absorben CO2, almacenándolo en la madera.
Sin embargo, el acuerdo climático de París no contempla la contaminación provocada por el transporte aéreo y marítimo internacional. El transporte aéreo es responsable de más de un cinco por ciento del efecto invernadero, el transporte marítimo de cerca de un tres por ciento.
¿A qué se han comprometido los países?
Con el tratado climático de la ONU, los países se comprometen a limitar sus emisiones de gases de efecto invernadero. No obstante, cada país tiene diferentes metas climáticas: la Unión Europea, por ejemplo, se compromete a reducir hasta 2030 las emisiones de estos gases en un 40 por ciento comparado con los niveles de 1990. Estados Unidos aspira a una reducción de entre un 26 y un 28 por ciento hasta 2025 comparado con los niveles de 2005.
Otros países, como China y Marruecos, apuestan por el desarrollo de las energías renovables. Puesto que los países industrializados son los principales responsables del cambio climático, a partir de 2020 deberán pagar 100 mil millones de dólares anuales a países más pobres, para que éstos puedan emprender medidas para la protección del clima y desarrollar las energías limpias.
No obstante, según informaciones de la Secretaría Climática de las Naciones Unidas, las metas nacionales no son suficientes para limitar el calentamiento global a 1,5 o 2 grados. De acuerdo con cálculos del Instituto de Potsdam para la Investigación del Impacto Climático (PIK, por sus siglas en alemán), incluso si se llegaran a cumplir todas las metas, la temperatura global probablemente aumentará entre 2,4 y 2,7 grados a finales del siglo.
¿Punto de inflexión para el planeta?
La Secretaría Climática de la ONU se muestra optimista y está convencida de que en los próximos años se desarrollará una dinámica que aliente a los países a perseguir metas climáticas más ambiciosas.
Según pronósticos de investigadores del PIK, con un aumento de la temperatura global de 1,5 grados, todavía podrían sobrevivir algunos arrecifes de coral y el nivel del mar probablemente «solo” aumentaría 40 centímetros hasta el año 2100.
Un aumento de dos grados, en cambio, significaría la muerte de todos los arrecifes, así como sequías, lluvias y hambrunas más fuertes. El nivel del mar aumentaría 50 centímetros hasta 2100 y, como consecuencia del deshielo de los glaciares, entre 1,5 y cuatro metros hasta el año 2300.
Esto tendría consecuencias devastadoras para regiones costeras en todo el mundo, como los Países Bajos, Bangladés, Venecia, Nueva York, Tokio y Sídney.
Artículo escrito por el periodista Gero Rueter de DW