El Ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Heraldo Muñoz y su homólogo uruguayo, Rodolfo Nin Novoa, firmaron este martes, en Montevideo, un Tratado de Libre Comercio, instrumento que incorpora una serie de temáticas con las cuales ambos países buscan fortalecer el intercambio económico-comercial.
La negociación de este acuerdo se inició en febrero de este año y tras cuatro rondas de conversaciones y la revisión legal de los textos, se alcanzó pleno consenso.
«Estamos haciendo historia. Somos dos países del Sur que estamos profundizando nuestra integración, no simplemente con palabras, sino con hechos», afirmó el Ministro Muñoz tras la firma. «Este es un acuerdo de última generación que no sólo cubre el intercambio de bienes, sino también de servicios», detalló.
El Canciller destacó que el texto por un lado recoge las áreas ya acordadas en el acuerdo que Chile mantiene hace 20 años con Mercosur, pero lo más importante es que incorpora nuevos temas, tales como comercio electrónico, comercio transfronterizo de servicios, género y cooperación. El Secretario de Estado puntualizó que también hay «capítulos referidos a materias laborales, de modo de proteger a nuestros trabajadores» y también «respecto al medioambiente para que el comercio internacional no sea a costa del desarrollo sustentable de nuestros países».
Precisamente el capítulo de género es una de las principales novedades de este acuerdo, transformándose en el primer tratado suscrito por Chile que aborda este tema, con lo cual ambos países estimularán la presencia de la mujer en el comercio internacional. En este capítulo, entre otros lineamientos, las partes reafirman su compromiso de implementar efectivamente su legislación, políticas y buenas prácticas relativas a equidad e igualdad de género, reconociendo al comercio internacional como motor de desarrollo y en el que reconocen la importancia de la incorporación de la perspectiva de género en la promoción de un crecimiento económico inclusivo.
Al respecto, el Ministro Muñoz indicó que «nos parece uno de los capítulos más innovadores de cualquier acuerdo que se haya firmado en materia de libre de comercio a nivel mundial, porque se busca enfatizar el papel de las mujeres en la creación de crecimiento económico, de comercio, de inversiones».
En cuanto a comercio electrónico, se asumen compromisos que apuntan a lograr un buen estándar y disciplinas modernas que regirán este tipo de intercambio, como normas sobre localización de equipos informáticos y disposiciones orientadas a mantener un flujo transfronterizo fluido de información.
Ambas regulaciones permitirán que Internet funcione como catalizador de la innovación y el desarrollo económico entre ambos países, permitiendo el aprovechamiento del potencial exportador chileno de productos digitales a un nuevo mercado en la región.
Además, el tratado incorpora entre otros, capítulos sobre medidas sanitarias y fitosanitarias, obstáculos técnicos al comercio, propiedad intelectual y reglas de origen. Asimismo, aborda áreas de cooperación, también disposiciones en el ámbito laboral y trabajo con las pequeñas y medianas empresas exportadoras (Pymes), junto a capítulos sobre medio ambiente y comercio transfronterizo de servicios.
A partir de la suscripción de este acuerdo y previo a su puesta en vigor, en el caso de Chile, el texto deberá ser aprobado por el Congreso.
Intercambio comercial e inversiones
El intercambio comercial entre Chile y Uruguay durante el año 2015 totalizó US$ 348 millones. Las exportaciones chilenas a ese país en dicho período alcanzaron los US$ 148 millones, mientras que las importaciones totalizaron los US$ 199 millones.
Hasta diciembre de 2015, Uruguay se mantuvo en el sexto lugar entre los países receptores de capitales chilenos directos. Con un monto de US$ 4.559 millones, unas 70 empresas chilenas mantienen inversiones en ese país, materializadas especialmente en el sector industrial (79,1%), además de servicios (10,7%) y el sector agropecuario/silvícola (10,2%).