La noticia de la clausura de la planta Talquina con casi 120 años de historia generó inquietud entre los consumidores los clásicos Suny, Ricolate, Inkat y otras reconocidas golosinas, ya que se temía la continuidad de los productos. Las ciberautas reaccionaron rápidamente siendo #Calaf trending topic en las redes sociales.
Carozzi informó a través de un comunicado de prensa que no tiene planes de dejar de producir las golosinas. «Carozzi seguirá fabricando las marcas de Calaf tan tradicionales y queridas por los consumidores».
Historia:
Calaf inició sus operaciones en 1896 en la capital regional. La fábrica talquina generaba toneladas de productos como bombones, chocolates, caramelos, calugas, barras rellenas y goma cada año. Su antigua fábrica estaba ubicada entre 3 y 4 Oriente con esquina 4 Sur y funcionaba desde 1937, donde permaneció por más de siete décadas, posteriormente fue reemplazada por una estructura más moderna y con una superficie de más de cinco mil metros cuadrados en la ruta 5 Sur.
Jorge Valderrama, conocido historiador tarquino señaló a emol «la empresa Calaf estuvo también ligada a la fundación del Teatro Pallet que funcionaba aledaña a la confitería que tenía la empresa en la década de los 50 y 60 en la calle 2 Oriente con la esquina 1 Sur». Valderrama afirmó que «el significado de Calaf para la gente de la época era una de las partes más importante que tenía Talca, un centro de reuniones sociales, a una cuadra de la Plaza de Armas en aquel entonces, era un lugar tradicional familiar, donde se iban a comprar las exquisiteces que se vendían en aquel tiempo».
La empresa paró sus sus faenas de forma definitiva este 31 de agosto, dejando a cerca de 200 personas sin trabajo.