Supuestos testigos de Jehová destruyeron estructuras de piedra utilizadas como altares en un antiguo centro ceremonial otomí en México.
El santuario Mayonikha, que tiene casi nueve mil años de existencia, se ubica en San Bartolo, Hidalgo.
Al sitio, llegaban indígenas de la Sierra Madre Oriental para venerar a deidades como la tierra, el agua y el fuego y colocan allí ofrendas, las cuales también fueron destruidas.
Los indígenas otomíes tanto de Hidalgo, Puebla y Veracruz asistían al lugar como tradición ancestral.
El vocero de los testigos de Jehová en México no ha respondido a la solicitud de comentario relacionada con el incidente, que ocurrió al menos hace un mes.
Un funcionario del estado de Hidalgo dijo el lunes que algunos residentes de la zona estaban enfurecidos por lo que ellos consideraban idolatría y destruyeron el apartado sitio.
Un investigador que entrevistó a algunos de los atacantes dijo que se identificaron como testigos de Jehová y consideraban que el santuario era una blasfemia.
El sitio Mayonihka, ubicado en el estado de Hidalgo, es conocido como México Chiquito. Es uno de los pocos sitios arqueológicos antiguos utilizados para ritos religiosos por la población indígena.
El medio noticioso Sopitas explicó que el sitio arqueológico es protegido y resguardado por la misma comunidad de indígenas, quienes solo permiten la entrada a fieles. No se sabe cómo se metieron los Testigos de Jehová ni cuándo hicieron los destrozos.
“Mayonikha es considerada como el equivalente a La Meca para los musulmanes, o el Vaticano para los católicos”, dijo la antropóloga mexicana Lourdes Báez. “Es el lugar más importante. El término Mayonikha en español quiere decir iglesia vieja”.
Los otomíes dijeron que no han hecho más denuncias al respecto porque tampoco quieren que instituciones de gobierno tomen control del templo porque es un “recinto activo”, y si por ejemplo, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) toma control, sus actividades ancestrales se ven afectadas.