El Santiago del 1900, brillaba por sus construcciones neoclásicas y de fuerte inspiración francesa. De ese esplendoroso patrimonio arquitectónico poco y nada queda.
En el entorno al Barrio Cívico, en la comuna de Santiago, aún se pueden encontrar algunas construcciones que sobreviven a duras penas y otras simplemente esperan la demolición total sin haber signos de interés por recuperar o salvar estas edificaciones.
Las viejas casas de dos o tres plantas con cupulines, balcones en fierro forjado y finas ornamentaciones han dado paso a las “colmenas”, torres de edificios de departamentos de uno o 2 dormitorios que son la versión posmoderna del cité de los años 30 y 40. La diferencia es que esos cités eran construidos bajo un concepto arquitectónico definido, en cambio estas torres son verdaderos monumentos a la fealdad.
INFOGATE recorrió algunas cuadras cercanas al Centro Cívico de Santiago. Calles Huérfanos, Cienfuegos, Carrera y Echaurren son algunas de las arterias céntricas que aún conservan ruinas y edificios de interés arquitectónico.
Pero, lo que distingue este recorrido gráfico, es que podrá observar que absolutamente todos los edificios o lo que queda de ellos están totalmente rayados.
Sin duda un llamado de atención no sólo para la autoridad municipal, sino que para todos los que tienen que ver con la conservación y difusión del patrimonio urbano. Así las cosas nos vamos quedando sin historia, sin recuerdos.
En este triste escenario llama la atención, por ejemplo, la destrucción de un templo emblemático como es la Basílica de el Salvador, Huérfanos con Almirante Barroso, dañada severamente en el terremoto de 1985, ha seguido su agonía sin que exista interés de parte de nadie y menos de la Iglesia Católica por rescatar el edificio construido entre 1871 y 1932. Todo indica que se terminará de desmoronar.
Similar situación es la que vive la Basílica de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro (Av. Blanco Encalada entre San Alfonso y Conferencia), es la primera construcción gótica realizada por sacerdotes Redentoristas en las década del 20. Hoy sus torres ojivales, única en Chile, presentan graves daños que requieren una inversión superior al US$1,5 millones. A pesar que los Redentoristas presentaron un plan de reconstrucción al Gobierno Regional y la propia Municipalidad de Santiago, no ha habido ninguna respuesta.
En general, al caminar por la calles del Santiago poniente antiguo y muy cercano La Moneda, se aprecia un notable y lamentable deterioro de construcciones que de no medias la intervención del Estado, simplemente se perderán y se transformarán en “modernos” condominios o torres de cada vez más pequeños departamentos que han sido apodados como “colmenas”.