Han sido toneladas de análisis, comentarios y sobre las razones del triunfo de José Antonio Kast, que muchos en Chile dicen que el país se derechizo o que tiene un alto componente ideológico, que es pendular, que es un castigo ala izquierda…. lo cierto es que no es así.
Este triunfo NO ES IDEOLÓGICO primero porque los partidos políticos (ideología pura) son los peor evaluados en Chile, los partidos hace años que arrastran una crisis de confianza y de total desconexión con la ciudadanía y esto sucede desde que los parlamentarios toman el control de los partidos desplazando a las dirigencias de base y con ello liquidando el eslabón con la gente que los sostenía.
Además Kast se sacudió de los partidos, él se fue de la UDI, fundó el propio y al igual que el FA opera bajo la lógica de «secta» y ya se ha visto el fracaso de este modelo.
Por eso hay que considerar que el miedo, la migración, la delincuencia, la criminalidad y los matinales exacerbando el clima de inseguridad y terror fueron los «insumos ideológicos» que catapultaron el éxito de Kast.
En este escenario son los diputados y senadores los que controlan el «chiringuito», controlan las listas para postular a los cargos lo que en un corto tiempo se transformó en una pyme, pero este modelo de estanco primitivo es el que rompe Kast con su triunfo pero podrá sostenerlo ya que ese primitivismo de poder (parlamentario).
Por ahora este triunfo -contundete – es una prueba mas del comportamiento del electorado chileno que ha sido zigzagueante desde Bachelet 1, y que se puede definir como el voto de prueba y error, es decir si nos va mal votamos por el otro y as ha ido sucediendo y no por un tema de intelectualismo ideológico, eso no esta presente ni siquiera en los «pensadores» de los famélicos partidos.
Lo de Kast del 14 de diciembre no es otra cosa que el reflejo de un electorado asustado, prejuiciado por matinales y vociferantes que amplificaron la inseguridad hasta que se transformó en un miedo colectivo condimentado por las hordas de inmigrantes ilegales venezolanos principalmente que con el «cuco» y usufructo del Tren de Aragua sumaron control territorial con comercio callejero, comidas en las aceras y calles de Santiago y dudosos comercios como barberías y ópticas sion ningún tipo de fiscalización.
Lo de Kast obedece también a un Estado ausente, a un Estado en modo piloto automático que bajo el eslogan del «buenismo» y el panamericanismo se vio sobrepasado y sin respuestas, sin reacción.
Lo de Kast obedece a una serie de factores ajenos a la politica, ajena a las editopriales de diarios y medios que con suerte leen los analistas y asesores de la mal llamada (DES)clase politica.
El error estratégico de Kast al «besar» a Milei
Lo de Kast obedece a que los verdaderos dueños de Chile (los que acompañaron al Presidente Electo a besar el anillo del antichileno y expnaionista Milei que sigue a Trump como su gurú por lo tanto es un alto riesgo ya que fue Trump el que le sugirió a Macri que anexara a Chile tal como lo recuerda el propio expresidente Macri: «Trump se detuvo en una franja al oeste y preguntó de qué se trataba. “Y él empieza a mirar el mapa y de golpe ve así una franja hacia la izquierda, ¿no? Y dice, ¿y esto qué es? Digo, es Chile”, contó el exjefe de Estado. “You should conquer Chile, so you can have both oceans” («Deberías conquistar Chile, así tendrías ambos océanos»), contó Macri en un seminario en Madrid en abril pasado.
Así, en este escenario Kast en su ignorancia y falso nacionalismo es capaz de abrazar y besar al que no le trepidara la mano para mandar a apoderarse por la fuerza de la Antártica y el Estrecho de Magallanes.










