Una fuerte autcrítica hizo el exministro y expresidente de RN, Cristián Monckeberg, a la desastrosa derrota de Chile Vamos y su candidata Evelyn Matthei en las elecciones, pidiendo que el partido se sume a un eventual gobierno de José Antonio Kast lo haga sin la coalición a la que le puso la lápida.
En una carta enviada a los militantes de RN, Monckeberg señala que el avance de Kast a segunda vuelta y la disposición de fuerzas en el Congreso “demanda decisiones oportunas, con visión de Estado y sentido de urgencia”.
Expone seis “reflexiones y propuestas de acción para el corto y mediano plazo de nuestro partido”.
RN y la pobreza parlamentaria
“Renovación Nacional dispone hoy de una fuerza parlamentaria modesta. No obstante la merma legislativa, sumamos nuestra red de alcaldes, concejales, cores, gobernadores, dirigentes, profesionales y colaboradores, debe ponerse al servicio de la campaña de José Antonio Kast”.
“No solo debemos apoyar decididamente en esta segunda vuelta, sino que, una vez alcanzada la Presidencia de la República, debemos sumarnos activamente al futuro gobierno, aportando una agenda programática social, económica y de futuro que refleje el sello de RN y constituya un aporte real a Chile. Esta definición debiera ratificarse por nuestro Consejo General, el cual debe efectuarse lo más pronto posible”, sostiene Monckberg
“Chile Vamos ha cumplido su ciclo. Me correspondió impulsar con fuerza su creación, que alcanzó grandes logros —entre ellos, la segunda Presidencia de Sebastián Piñera y la bancada más numerosa en la historia del partido—, todo ello sobre la base de una hoja de ruta programática y electoral clara. Sin embargo, las sucesivas derrotas presidenciales, la decisión de no realizar primarias, una fórmula parlamentaria que no maximizó el rendimiento electoral, y un relato político que no hizo eco en la ciudadanía, nos obligan a romper inercias. A la vista de los resultados el fracaso es total, de Chile Vamos y sobre todo de RN. Sugiero que al integrarnos al futuro gobierno, lo hagamos como partido, sin una coalición que ha demostrado ser intrascendente y vacia. Luego, con serenidad, podremos analizar el nuevo escenario político de la derecha en Chile y delinear su proyección para los próximos ciclos electorales”.
“La alternancia constante entre derecha e izquierda no ha sido señal de una democracia más sana, sino reflejo de la incapacidad de los gobiernos de turno para satisfacer los anhelos de la ciudadanía. La Concertación en los años noventa logró responder a ese desafío, y fueron buenos años para Chile. Hoy, el reto es cómo lograr, a partir de un buen gobierno, que uno de los nuestros tome la posta del futuro Presidente Kast”.
“Para ello, propongo que trabajemos desde ya en una agenda de cuatro grandes acuerdos: Un Acuerdo por la Seguridad, un Acuerdo Social, un Acuerdo por el Empleo y el Crecimiento, y un acuerdo Político que modernice y fortalezca nuestra institucionalidad. Para alcanzar estos objetivos se requiere decisión, fortaleza, sentido patriótico, coraje y grandeza, de modo que también aquellos que hoy no piensan exactamente igual se sientan convocados a este gran desafío”.
“El riesgo de seguir retrocediendo hacia un estatismo incierto, inspirado en lógicas pasadas, es real. Evitarlo es un desafío generacional que requiere unidad, grandeza y disciplina entre todas las fuerzas opositoras. Por todo ello, convoco a nuestra militancia, a los liderazgos territoriales y a la ciudadanía que anhela orden y progreso, a trabajar desde hoy con rigor, seriedad y esperanza junto a José Antonio Kast, preparándonos para ser parte activa de un buen gobierno para Chile”.










