Desde Miami a San Diego, escuelas en diversas partes de Estados Unidos están registrando grandes caídas en la matrícula de estudiantes de familias inmigrantes, reporta un cable de AP.

En algunos casos, los padres han sido deportados o  han regresado voluntariamente a sus países de origen, impulsados por la amplia represión migratoria ordenada por el presidente Donald Trump. Otros se han mudado a otros lugares en el país.

En muchos sistemas escolares, el mayor factor es que mucho menos familias están arribando de otros países. A medida que menos personas cruzan la frontera de Estados Unidos, los administradores en pueblos pequeños y grandes ciudades por igual están reportando menos estudiantes recién llegados de lo habitual.

En las Escuelas Públicas del condado Miami-Dade, aproximadamente 2.550 estudiantes han ingresado al distrito desde otro país en lo que va del año escolar, una disminución respecto a casi 14.000 el año pasado y más de 20.000 el año anterior.

Luisa Santos —que asistió a las escuelas del distrito cuando era una joven inmigrante y ahora es miembro de la junta escolar— dijo que la tendencia es “una triste realidad”.

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