El Presidente Gabriel Boric está participando como observador en la cumbre de los BRICS que se está realizando ahora en Rio de Janeiro.

Esto ha generado un enorme debate en Chile sobre la oportunidad de ir a una cumbre en donde participan invitados extranjeros muy peligrosos para los intereses de Chile, como Rusia e Irán.

Por tal razón es muy oportuno reflexionar si fue un acierto o un error asistir.

Antes del análisis es importante entender que efectivamente Chile no tiene nada que hacer en los BRICS.

Ellos pretenden jugar en una liga geopolítica en la cual Chile simplemente no tiene las capacidades de poder participar, tanto por tamaño ni por los intereses permanentes de Chile. Dicho esto, efectivamente hay un grupo en Chile que desea ser parte, pero lamentablemente no han hecho el análisis frio y objetivo de lo que significa estar en ese grupo.

Ahora bien, Chile fue invitado por el anfitrión, Brasil, a participar en la Cumbre. Eso es lo que se va a analizar en esta columna.

¿Qué tan importante es Brasil para Chile?

La respuesta a esa pregunta es mucha. Si bien es solamente nuestro tercer socio comercial, después de China y Estados Unidos, la relación con Brasil es mucho más estratégica, debido que compartimos una realidad geográfica: Ambos estamos en Sudamérica.

Y tal como lo dije en un párrafo anterior, Chile no tiene el tamaño ni interés de participar en los BRICS, pero debemos estar conscientes de que Brasil si tiene el tamaño y la historia de un poder regional que se puede proyectar a nivel mundial. Acá la pregunta obvia es: ¿le conviene eso a Chile? Y yo respondo con un absoluto SI.

Entre Chile y Brasil existe una larga tradición de ayuda mutua. Si bien nunca hemos concretado un tratado de alianza concreto y real, siempre hemos tenido acuerdos “tácitos” muy importantes que estaban en línea con los intereses estratégicos de ambos.

Esa relación existió en el siglo XIX, pero se consolidó con la visión del canciller brasileño Barón de Rio Branco, quien sentó las bases de la política exterior brasileña.

El mundo está muy volátil. Chile siempre ha tenido problemas de entender el mundo de las alianzas internacionales, dado que desde siempre hemos tenido una élite mediocre, pero pragmática.

Ese pragmatismo ha sido fundamental para darle estabilidad a Chile, a pesar de no entender la lógica de poder internacional.

Lo que es claro que con Brasil compartimos muchos intereses en común y por tal razón siempre es importante trabajar de la mano con ellos. Y el mapa del General Ramón Cañas Montalva es fundamental para entender cómo debe funcionar esa relación.

Chile necesita a Brasil, pero NO necesitamos a los BRICS.

Pero Brasil también necesita a Chile. Démonos las manos y trabajemos juntos, sin ideologías, pero por el bien de nuestras respectivas poblaciones.

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