Hasta La Moneda llegó un grupo transversal de senadores de Chile Vamos y el oficialismo para reunirse con el el ministro Secretario General de la Presidencia, Álvaro Elizalde, con el fin de conversar en torno a la propuesta parlamentaria de introducir reformas urgentes al sistema político y electoral, principalmente en lo que refiere a la excesiva fragmentación partidista que, sostienen, perjudica seriamente la gobernabilidad.
Esto se enmarca en una ronda de reuniones que el titular de la Segpres espera tener con diversos personeros y grupos, con el fin de sacar adelante la discusión y un proyecto que concite la mayor transversalidad. De hecho, esta mañana, la ministra vocera, Camila Vallejo, adelantó que esta propuesta sería un insumo más dentro de la reforma más amplia que pretende sacar adelante el Ejecutivo.
En ese contexto, tras la cita, el senador Alfonso de Urresti (PS) comentó que solicitaron la reunión con el ministro para explicarle detalles de la iniciativa legal, recordando que este «es un acuerdo que hemos transcrito en gran medida del acuerdo de los 24 expertos que hubo en el segundo proceso constitucional».
Añadió que «aquí abrimos un camino para radicar en la comisión de Constitución, Legislación Justicia y Reglamento del Senado esta discusión que creo le hace bien al país, transversalmente, con este amplio espectro de bancadas, poder contribuir a evitar la fragmentación política, a darle más estabilidad a los futuros proyectos parlamentarios con el diálogo con el Gobierno, y a contribuir a enfrentar una serie de anomalías que claramente hoy día vemos con la multiplicidad de partidos políticos e independientes en la Cámara de Diputados y el Senado«.
La senadora Luz Ebensperger (UDI), por su parte, señaló que esperaban que «este avance no se demore más allá de lo necesario para que pueda verse reflejado en las elecciones parlamentarias, con las normas transitorias, con todo lo que se requiere, el próximo año».
En tanto el senador de Evópoli Luciano Cruz-Coke sostuvo que «una democracia con 27 partidos, excesivamente fragmentada, impide la promoción de acuerdos, acuerdos nacionales importantes en muchos temas, donde hemos sacado cosas adelante, conversando precisamente entre Gobierno y oposición es la manera en que el país avanza, dar respuesta a las necesidades ingentes que tiene la ciudadanía, y no creando micropartidos políticos financiados con los impuestos de todos los chilenos sino tratando, por el contrario, de crear grandes corrientes de opinión y, ojalá, este proyecto nos permita tener una mejor democracia».
Los senadores, en general, advirtieron que este proyecto no se trataba simplemente de eliminar partidos (considerando que algunas de las tiendas representadas en la reunión no alcanzan el 5% mínimo requerido para estar presentes en el Congreso), sino de entregar estabilidad, evitar renuncias fáciles y excesivas que han llevado a formar pequeñas agrupaciones personalistas o un exceso de independientes (que llegaron al Parlamento al alero de un partido y luego lo abandonan), todo lo cual entorpece el diálogo y la formación de acuerdos que permitan un trabajo parlamentario más expedito y transversal.
Cabe recordar que en días previos, y en medio de las diversas declaraciones de personeros políticos oficialistas y de oposición, el ministro Elizalde, apuntó que «estamos impulsando un diálogo que nos permita arribar a un acuerdo para sacar adelante una reforma del sistema político que se haga cargo de la atomización y la división, que genere incentivos al agrupamiento. Y además, que permita que los ciudadanos perciban nítidamente lo que representan los distintos sectores políticos».
Añadió luego que «eso significa partidos políticos más representativos, y que sus bancadas obviamente defiendan esos puntos de vista, para que finalmente la ciudadanía pueda formarse una opinión respecto a quién le da el apoyo cuando se convoca periódicamente a las elecciones en nuestro país».
