Por: Paola Bustos Urrutia, gerente Comercial de Experian en Chile.
En los últimos años, el crecimiento del emprendimiento femenino en Chile ha sido un motor inspirador para la economía del país, una fuerza que impulsa el desarrollo financiero y social, y que representa un cambio necesario en la participación de las mujeres dentro del ecosistema empresarial. Según el informe “Global Entrepreneurship Monitor (GEM) Chile 2023”, la intervención de las mujeres emprendedoras desde la pandemia ha llegado a representar un 35% del total de emprendedores en el país. Este avance refleja la resiliencia y adaptabilidad de las mujeres frente a las adversidades, así como su potencial para contribuir al crecimiento de la economía.
El acceso al crédito es un gran desafío, ya que es una herramienta clave para que cada vez más mujeres puedan dar vida a sus ideas y construir sus propios negocios. Esta oportunidad financiera ha impulsado el emprendimiento, permitiéndoles materializar sus proyectos y contribuir al desarrollo económico y social del país.
Las mujeres están liderando una transformación en los ámbitos de innovación y empleo. Según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el 40% de las emprendedoras está contratando a jóvenes menores de 30 años, promoviendo así el empleo juvenil. Además, el 35% de las startups tecnológicas fundadas en el último año incluyen al menos una mujer en su equipo fundador, lo cual impulsa la participación femenina en sectores de alta innovación.
La educación y la tecnología son pilares en el desarrollo de estas emprendedoras, herramientas que fortalecen sus negocios y los posicionan estratégicamente. Un estudio de Experian destaca que el 66% de los emprendedores en Chile cuenta con educación técnica o profesional, y un 25% posee estudios de posgrado. Esto demuestra un enfoque serio y profesional hacia la consolidación de sus empresas, reflejando el compromiso de las mujeres con sus negocios y con el crecimiento económico de Chile.
Para que esta tendencia se fortalezca, es fundamental promover políticas que faciliten el acceso a herramientas financieras y de segmentación de clientes. Tecnologías como el análisis predictivo y los sistemas de pago seguro ayudan a las emprendedoras a mejorar la gestión de riesgo, optimizar sus flujos de caja y reducir la exposición a impagos. El rol de entidades como Experian es fundamental en este proceso, ya que, a través de servicios y programas de educación financiera, contribuyen al fortalecimiento del ecosistema de emprendimiento femenino.
Apoyar a las emprendedoras en Chile no es solo una cuestión de igualdad de oportunidades, sino de justicia económica y progreso para toda la sociedad. La resiliencia, innovación y capacidad de adaptación que las mujeres demuestran en sus negocios ofrecen un camino hacia un Chile más inclusivo, justo y próspero para todos.