El ministro de la Corte Suprema Sergio Muñoz señaló este miércoles que no fue su intención «obstaculizar» la acusación constitucional que fue presentada por la oposición en su contra por notable abandono de deberes.
Muñoz, quien interrumpió la veintena de días solicitados y volvió a sus funciones como magistrado esta mañana en la Tercera Sala del máximo tribunal en medio de la controversia, respondió a los medios a las afueras del recinto judicial, señalando que «podría entenderse que, de alguna manera, hay alguna obstaculización (por mi permiso con el avance de la acusación constitucional que se tramita en el Congreso), y que en realidad no es mi intención«.
“Así que de vuelta a trabajar normalmente y en la tarde veré el tema de mi defensa. En los días que me quedan (hasta la audiencia), estoy haciendo mi mejor esfuerzo», agregó.
La acusación constitucional de la derecha en contra de Muñoz también incluye a la jueza Ángela Vivanco, a quien se acusa de estar involucrada, entre otros escándalos, en una arista del caso audios conocida como la «trama bielorrusa».
A Sergio Muñoz se le imputan otras cuestiones: en concreto por haber entregado información privilegiada a su hija -la también jueza Graciel Muñoz- sobre la causa de un proyecto inmobiliario en el que ella tenía intereses.
También se le atribuye no haberla impedido de ejercer funciones mientras se encontraba fuera de Chile, acción que no está permitida según los preceptos de la Corte. De hecho, por este caso fue sancionada a nivel administrativo.