La pequeña royal ha disparado las ventas de la ropa de bebés desde que hiciera su debut afuera del hospital St Mary en Londres. Su primer día de nacida, la hija de Kate y William de Inglaterra estaba envuelta en una cobija de lana merino firmada por GH Hurt & Sons: a los pocos minutos de cobertura mediática, las órdenes comenzaron a fluir en el sitio web de la pequeña empresa británica, trayendo más de 100,000 visitantes en los días siguientes.
De igual manera, después de que la princesita fuera retratada usando un par de botas de Emu Australia, el sitio web de la compañía –en su versión inglesa– vio un incremento en tráfico del 67%. La tienda online my1styears.com reveló que las ventas de esas botas se incrementaron 550% el día que la foto de Charlotte fue publicada.
La princesa Charlotte ha generado a la industria británica ganancias de $4,500 millones de dólares, una cantidad significativamente mayor a la que representa su hermano mayor, George, quien está valuado en $3,400 millones de dólares.