La «cruzada» argentina en torno a lograr apoyos por la pretensión por las islas Falkland -bajo soberanía británica- se ha vuelto un problema cada vez más complejo para la gestión de la canciller Diana Mondino. Se ha hecho evidente el abandono de la intensidad del reclamo territorial por parte del gobierno de Milei y algunas las decisiones y alineamientos de política exterior amenaza con hacer perder apoyos históricos, terminando todo ello en crecientes disputas internas y el fracaso creciente en lograr alinear un respaldo internacional.
Sin embargo, las culpas se han centrado, en particular, en el representante trasandino ante la ONU, Ricardo Lagorio, con quien el primer anillo del Presidente «está indignado» porque viene filtrando su disconformidad con algunas de las posiciones que Argentina está llevando a la ONU en el tema Falkland y todo lo relacionado con la Agenda 2030.
Aún más, el embajador de carrera lamenta -en la intimidad- que por estas y otras posiciones que impone el gobierno, la Argentina termine aislada. Esta semana, el vecino país votó contra Palestina en un alineamiento con Estados Unidos e Israel que la alejó de la Unión Europea y la mayoría de los países latinoamericanos, además de los países árabes y lo puso en el mismo lote de ex colonias como Mauritania, Fiji y Palau.
Pero, un poco más atrás, en la última cumbre del Comité Especial de Descolonización de las Naciones Unidas (C-24) estuvo a punto de someter a votación el tema en torno al reclamo sobre las Islas Falkland pero, a última hora, se logró alcanzar un documento consensuado que no respondió ni de cerca a las expectativas de la Casa Rosada y, aun más, hubo países que hicieron saber su postura, pidieron la palabra y marcaron distancias, siendo las causas de ello justamente el cambio de la política exterior argentina, la postura anti Agenda 2030 que enoja a los países caribeños que sufren el cambio climático y el alineamiento con Israel, especialmente el traslado de la embajada a Jerusalén, que aleja a los países árabes.
En este marco, la canciller Mondino dice que Lagorio fracasó en lograr los apoyos en el C24 y asegura que no cumplió con lo que había prometido durante la campaña para hacerse nombrar embajador en Nueva York, mientras que el diplomático respondió que la culpa es la cancillería porque que no «le dan figuritas para cambiar en Naciones Unidas» y la pelea de Milei contra todos hace imposible su trabajo multilateral.
«Se pelea con los árabes y varios países de Medio Oriente nos sacan el apoyo, se pelea con los países vecinos y éstos excluyen la cuestión Malvinas de la declaración del Mercosur, se pelean en la OEA por el cambio climáticos y -como reacción- los caribeños juegan para Reino Unido. Así es imposible hacer mi trabajo bien. Tu DT hace los goles para los contrarios», habrían afirmado fuentes cercanas al diplomático a LPO.
Ello ha desembocado en que, en una medida inédita, se haya virtualmente invisibilizado al diplomático por orden de la secretaria general del gobierno trasandino y hermana del mandatario, Karina Milei, quien dispuso que Lagorio no pueda ingresar a la Asamblea del organismo ante el que fue designado, cuando hable el presidente Milei. El escándalo diplomático estalló este domingo cuando el Presidente y su hermana aterrizaron en Manhattan.
La furia de la hermana presidencial sobre el encargado de la embajada ante la ONU cayó como una bomba en Nueva York, donde por estas horas, señala el medio trasandino La Política Online, hay diplomáticos que buscan construir un nexo con Presidencia porque Lagorio no tiene permitido acercarse a Milei. «Ni el aeropuerto lo dejaron ir. Un bochorno. Si tiene un mínimo de dignidad debería renunciar apenas se vaya Milei de Nueva York», habría afirmado al medio un diplomático de esa sede.
La posible caída en desgracia del embajador en la ONU no es una movimiento solamente temperamental y forma parte de la avanzada de la líder del círculo interno del Presidente en contra de la canciller Mondino, que sí estará con Milei en la Asamblea, pero en un hecho inusual para la diplomacia, no estará el vicecanciller Leopoldo Sahores, desplazado por el secretario de Culto, Nahuel Sotelo y la interventora sin cargo, Ursula Basset.