El Presidente Gabriel Boric hizo un llamado a no “caricaturizar” el estallido social de 2019, justo en la previa a las elecciones municipales y de gobierno regional de octubre, recalcando que así se “distorsiona la esencia del malestar social” expresado hace 5 años.
El Mandatario se refirió al impacto y las lecciones del llamado estallido social iniciado en octubre de 2019 en el marco de la entrega del Informe de Desarrollo Humano en Chile 2024, elaborado por el PNUD y desarrollado esta mañana en el GAM.
Dicho estudio reveló que el deseo de cambio persiste tanto en quienes participaron en las protestas como en un amplio sector de la población. En concreto, la medición señaló que las personas que apoyaron la llamada revuelta, en un 83%, sigue queriendo cambios, realidad que también busca el 67% de todo Chile, aun cuando las vías para lograrlo difieren de las usadas hace ya casi 5 años.
Ante ello, y teniendo en el horizonte las elecciones que se desarrollarán precisamente en el mes de octubre, poco después de cumplirse un nuevo aniversario de la movilización social, hizo hincapié en que “es muy importante esa reflexión, la reflexión respecto a los 5 años del estallido, porque será un poquito antes de las elecciones y va a haber una disputa comunicacional en donde se instala la cuña más polémica para tratar de caricaturizar lo que fue el estallido (…) estos conceptos distorsionan la esencia del malestar social y minimizan las legítimas demandas de cambio que surgieron”.
El jefe de Estado criticó además la posición desde sectores más conservadores y en especial del mundo empresarial, que en su momento había «mostrado cierta disposición a ceder parte de sus privilegios», subrayando que «las promesas de ceder se desvanecieron, y hoy el enfoque parece centrarse solo en los aspectos violentos del estallido. Esto es un error, porque no se está reconociendo el descontento profundo que llevó a las manifestaciones».
Lograr consensos y evitar los extremos
El Presidente, continuó destacando especialmente la relevancia de avanzar hacia un consenso que incluya a todos los sectores de la sociedad, sosteniendo tajantemente que ello «no se trata de volver al extremo opuesto ni de buscar la perfección en los acuerdos. Se trata de llegar a entendimientos que, aunque imperfectos, permitan avanzar”, afirmó.
En ese sentido, reconoció que la desconfianza en la política proviene de la falta de acuerdos significativos y de la percepción de que los compromisos previos no se cumplieron.
Finalmente, en este tema, se refirió a las críticas en su contra sobre sus cambios de postura, que le han valido el mote de “volteretas”. Ante ello, defendió su enfoque como uno de realismo político, insistiendo en que «ser consecuente con los principios es esencial, pero también es crucial reconocer los obstáculos y buscar acuerdos que, aunque subóptimos, permitan avanzar hacia la solución de los problemas”.