La Comisión de Defensa de la Cámara discute y vota el articulado del proyecto que fortalece y moderniza el Sistema de Inteligencia del Estado (SIE), el cual se hace con un acuerdo mayoritario y consciente de la importancia de avanzar con premura en el tema.

La iniciativa, que ingresó a trámite por el Senado en 2018, se encuentra actualmente en segundo trámite constitucional.

Si bien la complejidad de la norma ralentizó su tramitación, el establecimiento de una mesa técnica posibilitó destrabar varios aspectos de su contenido, que hoy se encuentran en etapa de votación.

Lo anterior permite avanzar en la tramitación en un clima de acuerdos, más allá de las diferencias políticas legítimas que surjan en la discusión o de los distintos puntos de vista disímiles, en cuanto a aspectos de forma.

Visión parlamentaria

El diputado y presidente de la Comisión de Defensa, Francisco Undurraga (EVOP), destacó que existen “niveles de acuerdo bastante contundentes, pues hay que recordar que la inteligencia no se puede construir con una mayoría relativa; se tiene que construir con una mayoría sólida y, ojalá, por unanimidad, porque, finalmente, la inteligencia no busca perseguir crímenes ordinarios, sino que defender el estado de derecho en nuestro país”.

En tal sentido, precisó que la comisión trabaja “con premura y persistencia, ya que Chile requiere de un sistema de inteligencia que no busca beneficiar a la política o a un gobierno determinado, sino que va a proteger a la democracia”.

Respecto de la fecha de despacho, Undurraga sostuvo que espera que el texto se remita a la Sala en agosto, para que, a más tardar en septiembre, sea enviado a tercer trámite.

En la misma línea, el diputado Tomás De Rementería (IND) relevó que, en los últimos meses se ha dado una discusión bien fructífera.

“El trabajo de la mesa técnica permite que hayamos conseguido importantes acuerdos, muchos de manera unánime. Más del 50% del proyecto ya lo tenemos aprobado; obviamente, esto va a terminar en una mixta porque tenemos algunas diferencias con el Senado”, alertó.

Destacó que el país necesita “un sistema que sea del siglo 21 y no del siglo 20” y en este contexto, recordó que esta ley llevaba más de mil días paralizada.

“Pero, en este Gobierno, con un amplio acuerdo político, técnico y legislativo, logramos avanzar rápidamente. Creo que tenemos un escenario para poder sacar adelante una ley que sea positiva para todo Chile”, puntualizó.

Inteligencia del Estado

El texto redefine los conceptos de “inteligencia” y de “contrainteligencia”, con el objeto de perfeccionar el alcance y finalidades de la actividad del SIE.

Se crea también un Consejo Asesor de Inteligencia integrado por los ministros del Interior y Seguridad Pública; de Relaciones Exteriores; y de Defensa Nacional. También participan en él el subsecretario del Interior, el director de la ANI y los jefes de los demás organismos que conforman el SIE.

Se incorporan a este último sistema organismos como Gendarmería de Chile, Servicio Nacional de Aduanas, Unidad de Análisis Financiero del Ministerio de Hacienda (UAF) y el Servicio de Impuestos Internos (SII), en distintas calidades.

La finalidad de dicho Consejo es asesorar directamente al Presidente de la República en materias de inteligencia.

Asimismo, la iniciativa otorga mayores facultades para exigir información de inteligencia a las instituciones que correspondan, con el objeto de producir y entregar a la autoridad la información de inteligencia necesaria para la toma de decisiones.

La idea es contar con una estructura capacitada, coordinada y preventiva ante nuevas amenazas a nivel interno y externo, crimen organizado, terrorismo, narcotráfico, tráfico ilícito de migrantes y trata de personas, así como para la protección de la infraestructura del Estado.

En virtud de ello, el proyecto modifica las funciones y atribuciones de la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI), buscando fortalecer la figura de su director, se crea el cargo de subdirector y se encomienda al organismo la elaboración de la planificación de inteligencia del Estado.

De tal forma, se aumenta el nivel de responsabilidad interna que le cabe a éste, a través de una más exigente rendición de cuenta por parte de su director, ante el Congreso Nacional.