Tras la cirugía mayor que el gobierno de Javier Milei efectuó en el entramado de Inteligencia argentina, que implicó cambiar la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) por la renovada Secretaría de Inteligencia de Estado (SIDE), la Casa Rosada decidió ampliar su presupuesto en más de 100 millones de dólares, lo que representa un incremento del 878%.
Sin embargo, la atención está puesta en que los fondos adicionales serán reservados, es decir, casi el 75%, por lo que su control se vuelve más difuso.
Según estimaron analistas locales, gran parte de los fondos serían usados para dotar de tecnología a la Agencia Federal de Ciberseguridad, que, según el DNU 614, estará habilitada a hacer interceptaciones. Es un punto que genera preocupación porque la ley le había quitado esa facultad a la AFI, dejando las “escuchas” en poder de la Corte Suprema.
En ese sentido, se recordó que en el pasado los fondos reservados asignado a Inteligencia se usaron para desviar la actuación de la justicia –como sucedió en el caso AMIA–, para la corrupción –como en la ley Banelco– y para las operaciones políticas.
En el pasado gobierno de Alberto Fernández, la ahora fenecida AFI terminó con un presupuesto de cerca de 17 millones de dólares, de los que apenas unos US$ 700 mil eran fondos reservados. Apenas un 4% del total.
Pero la actual administración Milei, tal como lo hizo en el caso de Defensa, implementó sucesivos incrementos presupuestario: en marzo a US$21 millones, y en julio a US$40 millones. El gran salto vino de la mano con el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 656, que se publicó este martes en el Boletín Oficial. De esa forma, el presupuesto para la SIDE será de 147 millones de la divisa estadounidense.
(Con información de Página 12)