Con escasos 38 votos, el Legislativo peruano dio luz verde al plan que cambiaría la forma en que los ciudadanos se jubilan. La propuesta, impulsada por el fujimorismo y que ya está lista para ser enviada al Ejecutivo, busca que haya mayor competencia en la oferta de los gestores de pensiones, propone una pensión mínima y comisiones por resultados, pero prohibiría nuevos retiros de los fondos de jubilación y limitaría la libertad de los afiliados para disponer de su dinero en crisis económicas o de emergencia sanitaria.
Gritos, quejas y golpes en los escaños del hemiciclo, en un debate en el que menos de la mitad de los legisladores ejercieron su voto de forma técnica. Con 38 votos a favor, 10 en contra y 16 abstenciones, el Pleno del Congreso dijo sí, por votación simple, al documento que cambiaría la forma de guardar y disponer de los ahorros de los trabajadores peruanos.
En respuesta, distintos congresistas ingresaron una moción de censura contra el vicepresidente Arturo Alegría, de Fuerza Popular, quien lideraba la mesa directiva, argumentando que la votación fue fraudulenta, pues se contabilizaron los votos de quienes “no estaban presentes en la sesión pese a que se trató de una sesión presencial”.
“Con trampa y sin debate Fuerza Popular aprobó su ‘reforma’ del sistema de pensiones con apenas 38 votos, con congresistas fantasmas y sin respetar reglamento. Este Congreso juega con las pensiones de todos los peruanos regalándolas a las AFPs y aprobando una reforma ilegal”, escribió la congresista Sigrid Bazán, en su cuenta de X.
La aprobación del documento trajo consigo una respuesta airada de los legisladores de bancadas de izquierda y derecha, mientras que fue celebrada por el fujimorismo.
En medio de los contratiempos del debate, en los que no faltaron los reclamos a viva voz, el vicepresidente Alegría dio por terminada la sesión plenaria.
Antes del cierre, también se aprobó llamar a rendir cuentas al ministro de Economía y Finanzas, José Arista, para que explique su gestión en medio del aumento de la pobreza y la ralentización del crecimiento económico que llevó al país a caer en recesión en el mismo año que la presidenta Dina Boluarte presuntamente se ausentó de sus funciones oficiales para someterse a cirugías estéticas para mejorar su imagen.
Los detalles de la reforma
El documento, que fue rechazado en primer momento el pasado 11 de abril en el Congreso, obtuvo su primera votación favorable el pasado 29 de mayo, bajo idea de que los beneficiarios “accedan a una pensión justa”, tal como dicen quienes la defienden.
Entre otros asuntos, el plan prohíbe cualquier retiro extraordinario de los fondos acumulados en las cuentas individuales de aportes obligatorios que se quieran hacer durante su etapa activa.
Busca que los trabajadores independientes que perciban ingresos que constituyan rentas de cuarta o quinta categoría, aporten obligatoriamente a su fondo de pensiones, con una tasa de aporte desde el 2% y que se incremente cada dos años hasta el 5%.
También haría que más competidores que lleguen a administrar los fondos de pensiones con el fin de mejorar la rentabilidad del sistema, con posibilidad de lograr ahorros en bancos, cajas de ahorro y crédito, financieras, empresas de seguros, entre otros.
Para aquellos que tengan 40 años o más, en el momento en que la ley entre en vigor, tendrá la posibilidad de retirar hasta el 95,5% de sus fondos al jubilarse, aquellos menores de esta edad no contarían con la opción, argumentando que se hace para garantizar el ahorro suficiente para su retiro en la edad correcto.
(France24)