El canciller Alberto van Klaveren condenó las declaraciones del fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, quien afirmó este miércoles que «cuerpos de inteligencia de Chile y extranjeros, con intereses espurios», estarían detrás del asesinato del exmilitar y opositor al chavismo Ronald Ojeda.

La declaración vino a fijar una postura oficial del gobierno chileno, luego que más temprano el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, eludiera dar una respuesta sobre los polémicos dichos del personero venezolano, mismas que han encontrado fuerte rechazo en el mundo político nacional.

Ante ello, el ministro aseguró la noche de este miércoles que «las declaraciones del fiscal general nacional venezolano son inaceptables, pero no nos sorprenden».

Agregó que «estas declaraciones son incomprensibles, ya que lo fundamental es saber qué noticias tienen las autoridades venezolanas sobre los dos ciudadanos de ese país (Maickel Villegas y Walter Rodríguez) que se encuentran prófugos de la justicia chilena. Ésa es la colaboración que estamos exigiendo y es lo mínimo que podemos demandarle (a Caracas).

En su polémica alocución televisiva, Saab recordó además que Venezuela no extradita a sus nacionales, por lo que, en caso de capturarse a los responsables del secuestro y asesinato, serán juzgados en ese país, con base en «la evidencia recabada por la Fiscalía de Chile», la cual, hasta ahora, no le ha compartido «absolutamente nada» de información sobre el caso.

Además, ante la afirmación de que los dos prófugos no serían extraditados a Chile, comentó que «lo de la limitación respecto a la extradición no es nuevo, pero existe otro mecanismo establecido que permitiría juzgar en Chile a estos criminales. Sin embargo, lo central en este minuto es que estos delincuentes -quienes, tal como dijo el fiscal (Ángel) Valencia se encuentran en territorio venezolano- sean detenidos. Con eso podemos empezar a acordar cursos de acción.

El secretario de Estado manifestó también que el Gobierno no está pensando en romper relaciones diplomáticas a raíz de ese nuevo impasse en el caso Ojeda.

«No es nuestra política favorecer al rompimiento de relaciones diplomáticas. Lo que nos interesa es obtener colaboración, la que sería más difícil si no tenemos representación en Venezuela», recalcó.

Sin perjuicio de ello, «los cursos de acción diplomáticos siempre están en evaluación, y agotaremos todas las instancias para aclarar este horrible crimen», sentenció.