«Dejar encaminado el Plan de Construcción Naval Continua» es la principal aspiración del Comandante en Jefe de la Armada, Almirante Juan Andrés de la Maza de cara lo que será el último año de su gestión al frente de esta institución de la defensa nacional, que finalizará el 18 de junio de 2025.
En conversación con el programa «Las Cartas sobre la Mesa» de Infogate, la máxima autoridad de la Marina nacional resaltó también, especialmente, los proyectos de construcción del rompehielos «Almirante Viel», de los buques anfibios multipropósito en el marco de Escotillón IV, la ampliación de ASMAR y la conectividad con la Antártica y otras zonas insulares de nuestro país, todo ello en el marco de la conmemoración del Mes del Mary la Glorias Navales.
Asimismo, destacó el espíritu de servicio del personal naval, al sostener que «nosotros sentimos un slogan que hace muchos años un Comandante en Jefe más antiguo que yo usó, que la Armada de Chile es la Marina de todos los chilenos. Nosotros estamos en los más recónditos lugares (…) Todos los hombres y mujeres que son parte de la institución y que están desplegados en cualquier parte del país son importantes, porque el Estado los necesita. Y esa gente le pone el mejor de los empeños para poder desarrollar las tareas que van en beneficio de todos nuestros compatriotas».
Foco del último año de gestión
Sobre la recta final de su gestión, el Almirante De la Maza comentó que «son tres años que se me han pasado volando, con más de 40 años de servicio que tengo desde que entré a la Escuela Naval, el próximo año cuando me vaya retirado ya que tengo fecha de vencimiento: el 18 de junio de 2025 yo me tengo que ir por ley».
Con esto sobre la mesa, la autoridad naval señaló que «el gran hito que me queda este último año es dejar encaminado el Plan de Construcción Naval Continua. Si esto logro sacarlo antes que me vaya, le voy a dejar a mi sucesor una tarea en la cual él no va a tener que estar como lo hice yo; a mi el Almirante Leiva me entregó una idea, pero yo tuve que ir donde el Presidente Piñera, ante de que él se fuera para que me firmara el decreto con los primeros 2 de los 4 buques (proyecto Escotillón IV de construcción de buques anfibios multipropósito)».
Profundizó a continuación que «si esto es una política de Estado, no es la Marina la que tiene que estar empujando el carro. Le va a dar seguridad, tranquilidad y una continuidad a todos aquellos quienes quieren invertir en el ámbito de la construcción naval de que hay una política de Estado que va a llevar adelante este proceso».
En ese contexto, reiteró que «si eso lo logro sacar dentro de mi último año, me voy feliz y tranquilo de haber dejado un tema que es un anhelo de la institución de muchos años».
Por otra parte, recordó que «hemos podido sacar el proyecto de aumento de planta de la Policía Marítima, que llevaba más de 15 años y que lo partió el Almirante Edmundo González el año 2009. Era un anhelo de todos los comandantes en jefe que pasaron, y aquí, siempre digo, las buenas relaciones, las relaciones humanas, pesan harto, en el sentido que logramos sacar en conjunto con todos los involucrados. está el Gobierno, el Congreso, la Marina. Era un proyecto muy emblemático porque ahora todo el mundo pide más policías, y lo vemos a diario».
Pero precisó que «el tema de la Policía Marítima tiene dos patas sobre la mesa: uno es la parte de personal, que ya estamos cumplidos, y la segunda es la del material, porque no saco nada con tener 625 hombres más si no tengo las dependencias donde instalarlos, o los medios para esa gente pueda operar tranquila y segura. Entonces, la otra parte que estoy tratando de sacar antes de irme es un proyecto de ley donde faculte, dentro del articulado de la Ley de Navegación -que es la que nos da la tarea por ley de tener la Policía Marítima- de que dentro de los mismos recursos que recauda esta Ley poder financiar los proyectos que lleva adelante la Policía Marítima, como por ejemplo, mejoramiento y ampliación de infraestructura para capitanías de puerto.
Buques multipropósito y zonas insulares
El Almirante De la Maza destacó, por otra parte el aporte que implicarán los futuros buques multipropósito en la conectividad con zonas insulares, con especial énfasis en la Antártica.
«(Estos buques) son principalmente hechos y orientados para trasladar a nuestro personal de Infantería de Marina y, secundariamente, y por eso les llamamos multipropósito, esos buques son para conectar los territorios insulares, para poder llevar carga a la Antártica, como lo hacemos con nuestros buques y barcazas actuales, como el caso del Aldea, que estuvo operando este verano allá».
Recordó seguidamente que «somos el operador logístico más importante que tiene el país en la Antártica; nosotros somos los que movemos la mayor cantidad de carga; la Fuerza Aérea traslada a mucha gente, con sus vuelos regulares con sus aviones. Nosotros este año movimos desde Punta Arenas a la Antártica y viceversa alrededor de 500 a 600 personas y en carga somos el operador logístico que mueve la mayor cantidad de carga y, acotando además, que somos el país que está más cercano a la Península Antártica que es una de las puertas de entrada al Continente Blanco».
«Así es que esos buques van a servir no solamente para mover a nuestros infantes de marina en caso de un conflicto, sino que para poder conectar isla de Pascua / Rapa Nui, Juan Fernández, territorios insulares como Chiloé, todo el territorio al sur de Chile, hasta llegar a lo más al sur que tenemos que es la Antártica» aseguró.
Rompehielos Viel
El Comandante en Jefe de la marina nacional profundizó especialmente en lo que implica para la institución y el Plan de Construcción Naval Continua la construcción y pronta puesta en servicio del rompehielos «Almirante Viel», cuya incorporación se efectuará el próximo 3 de julio en ASMAR Talcahuano.
«En general nosotros como institución estamos llevando adelante este proyecto del rompehielos en coordinación además con otros ministerios; nosotros dependemos del Ministerio de Defensa, pero todo lo que es el tema antártico se lleva a través del Ministerio de Relaciones Exteriores», comenzó explicando.
Detalló seguidamente que «el Rompehielos es básicamente una plataforma científica, va a tener una cubierta científica de primer nivel. Este es uno de los buques más modernos que va a salir al servicio, vamos a quedar posicionados a nivel mundial con este rompehielos. Hace unos días he leído en un artículo en un medio en inglés que habíamos iniciado las pruebas en la mar de nuestro rompehielos».
Añadió que «estamos trabajando con el Ministerio del Medio Ambiente, con el Ministerio de Ciencia y Tecnología y, además, el mundo científico, que creo tiene altas expectativas porque vamos a poder hacer ciencia más allá de lo que hacemos normalmente: este buque va a poder operar en la Antártica probablemente alrededor de 6 meses al año no solamente en la temporada estival; vamos a poder ir en invierno ya que el buque va a poder romper o quebrar hielo que tenga al menos un metro y no más de un año de antigüedad. O sea, en invierno vamos a poder llegar, y eso tenemos que probarlo porque es parte de lo que nosotros compramos con el diseño; nosotros pusimos las condicionantes de lo que queríamos y eso es lo que estamos construyendo, y por eso durante la campaña de invierno vamos a tener la capacidad de llegar incluso a la Base Presidente Frei en bahía Fildes, vamos a poder llegar a la Base Prat. Eso va a ser parte de las pruebas que vamos a hacer en el invierno del año siguiente para poder corroborar que lo que estamos diciendo vamos poder hacerlo».
Proyectos Hielo
«Ya que estamos hablando de la Antártica, acabamos de finalizar la etapa 4 de un proyecto que viene desde hace prácticamente 20 años, que se llama Proyecto Hielo, y ahí se viene a mostrar un poco la vinculación que tiene la Armada con organismos externos», relató a continuación el Almirante.
Sobre esta ya veterana iniciativa científica en la que está involucrada la institución, detalló que «nace el año 2002 en un acuerdo entre la Armada y el Centro de Estudios Científicos de Valdivia, el CECs, donde los años 2002, 2004 y 2008 se hicieron las campañas Hielo 1, 2 y 3, en la cual con un radar que el Centro consiguió con la NASA en Estados Unidos para poder medir la capa de hielo en la Antártica sobre cómo había variación con respecto al cambio climático».
Explicó luego que «el año pasado retomamos con Hielo 4 y queríamos saber, tras una conversación con el CECs, que había pasado tras 20 años, cómo había disminuido la capa de hielo, y el CECs desarrolló ahora su propio radar, lo instalamos en uno de nuestros aviones P-3, que tienen la capacidad de estar largo tiempo desplegados, tienen la capacidad de volar durante 12 horas continuas. Operamos desde Punta Arenas en 4 misiones hacia la Antártica y bajamos desde la península más hacia el interior».
«La data que tomamos la estamos terminando de procesar porque la vamos a poner a disposición de la humanidad para que todos puedan saber qué está pasando con el cambio climático. Es un proyecto emblemático y estamos conversando con el Centro Científico para ver si llevamos adelante Hielo 5. Así, estamos apoyando la ciencia no solo con nuestro buque científico Cabo de Hornos, lo que hemos conversado con el rompehielos Viel, sino que también con nuestros aviones P-3 de la Aviación Naval, que tienen un rol importante en la defensa y también lo podemos extrapolar a los tiempos de paz», acotó.
Los proyectos de investigación y desarrollo
Otro aspecto institucional destacado se relaciona con el creciente desarrollo local de tecnologías, ejemplificado con el caso de radares para las unidades navales.
«Sobre desarrollos como radares, todo el tema militar lo hemos llevado adelante con empresas especializadas que se dedican a desarrollar elementos de esta naturaleza. Tenemos una Dirección de Investigación y Programas, la DIPRIDA, y esa división de la Armada es la que ha llevado adelante desde hace muchos años los proyectos que queremos ir desarrollando, y es así que como con industrias de la defensa, por ejemplo la Fuerza Aérea tiene dentro de su matriz a DTS, el Ejército tiene a FAMAE, nosotros tenemos a ASMAR, la que a su vez tiene una filial que desarrolla sistemas de comunicaciones; hemos desarrollado con nuestras industrias de defensa sistemas de comunicaciones«, explicó.
Indicó también que «hay empresas civiles, Desa, que es un grupo de ingenieros de la Universidad Católica, con la que trabajamos hace muchos años en la modernización de los radares de control de fuego de las antiguas fragatas Leander –estamos hablando de prácticamente 20 años atrás-. Y todo eso que hemos ido experimentando y mejorando es lo que ahora estamos tratando de poder plasmar en los nuevos buques que vamos a construir«.
«Así es como estamos desarrollando un radar en nuestras Lanchas de Acción Marítima, que son nuestras antiguas lanchas misileras, que les hemos dado un nuevo rol marítimo en su modernización que ya tienen más de 40 años de vida, y que son buques simples fáciles de mantener, estamos incorporando esta nueva tecnología nacional para que sean en el futuro los conejillos de india estos buques y que efectivamente eso pase a nuestros nuevos buques que vamos a desarrollar. Y eso es como generalmente lo hace el mundo militar», subrayó la autoridad naval.
Los proyectos en ASMAR
El Almirante De la Maza detalló también diversos aspectos relacionados con ASMAR, destacando que «con el proyecto del rompehielos, por ejemplo, en la ampliación de capacidades en este proyecto ambicioso que queremos llevar adelante, el astillero efectivamente debe tener mejoras, porque para estar acorde al proyecto debe estar a la altura».
«Eso significa, por ejemplo, cuando empezamos el proyecto del rompehielos Viel, nosotros necesitábamos trabajar para un buque de 10.800 toneladas, con 33 bloques, cada uno de hasta 150 toneladas, y para levantarlos tuvimos que incorporar antes una grúa capaz de levantarlos, con una inversión que implicó al astillero 15 millones de dólares«, añadió.
El jefe de la marina nacional hizo hincapié seguidamente en la importancia creciente de la industria naval y la necesidad de inversiones, explicando que «ahora que estamos empeñados en este proyecto de llevar adelante y ser un país que tenga una construcción naval continua, hicimos el estudio básico de inversión y los estudios de ingeniería; en el astillero tenemos una sola grada de lanzamiento y si estamos construyendo un buque, la grada está ocupada y no podemos construir nada más; entonces, estamos llevando adelante un proyecto, que creo va a dar buenos resultados, que es un ascensor, que sea capaz de levantar o bajar buques que podamos construir en tierra. Si quiero construir un buque para la Policía Marítima, un Patrullero de Servicio General, un OPV, que son buques de hasta 1.500 a 2.000 toneladas -más chico de lo que pensamos en una fragata-, en este proyecto estamos licitando un syncrolift, que permite mover buques en tierra en un patio de varada de hasta 5 buques, y con capacidad de levante de hasta 3.500 toneladas. O sea, efectivamente estamos haciendo las mejoras pensando en el futuro de lo que viene».
Concluyó acotando que «hay otras cosas e inversiones que hay que hacer en el astillero probablemente. Y si esto pasa a ser una política de Estado, significa que el resto de los astilleros civiles también van a hacer inversiones pensando en que el Estado está de acuerdo y vamos a construir por los próximos 50 años, incluidos empresas proveedoras de los más diversos tipos».