El expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva, que había logrado sortear varias investigaciones por corrupción cuando estuvo en el poder, ahora será indagado por tráfico de influencias a favor de la poderosa constructora Odebrecht cuando concluía su mandato en 2011, informó hoy la Fiscalía.
El Ministerio Público Federal abrió una investigación penal contra Lula por -supuestamente- haber usado su influencia, después de haber dejado la Presidencia en 2011, para hacer que el Banco de Fomento del Gobierno favoreciera a la constructora Odebrecht con millonarios préstamos para sus proyectos.
La fiscalía brasileña investiga si Lula, entre 2011 y 2014, usó su influencia para que Odebrecht pudiera concretar suculentos contratos con Venezuela, Cuba y República Dominicana, para lo cual el propio Lula viajó a esos países. Estos viajes habrían sido costeados por Odebrecht. La indagatoria busca despejar las dudas sobre si el es mandatario logró influir en los gobiernos de los países que firmaron contratos con la empresa carioca.
En la compleja trama de la investigación, la fiscalía, tendrá que probar que Lula influía para obtener los contratos y que su partido, el Partido de los Trabajadores (PT), el mismo de Dilma Rousseff, influía para que el banco otorgara los créditos.
Cabe recordar que la fiscalía, en mayo, decidió abrir investigaciones preliminares y pedir documentación al ex presidente. El Instituto Lula, a través de una vocería señaló que se siente “sorprendido” por la decisión. Sobre todo, añade el instituto, porque entregó la documentación solicitada hace solo una semana, con lo que sospechan que la fiscalía no ha tenido tiempo de analizarla al detalle.
La fiscalía ha explicado, sin embargo, que la decisión de abrir una investigación formal «no tiene relación» con la entrega de documento. «En una investigación preliminar, tenemos 90 días para decidir si abrimos o no una investigación formal. Pero necesitábamos más tiempo», aseguró. Con la decisión podrá aplicar todos los pasos previstos en la legislación para saber si, al final, hay relación entre los viajes pagados de Lula y las «supuestas ventajas» obtenidas por las empresas en los negocios.