A 42 días del 17-D, otra vez al fracaso constitucional por culpa de la mal llamada (DES)clase política debido a que este proceso constitucional se transformó en una vendetta ideológica que se tomó la derecha precociliar a manos de unos «iluminados» sin contrapeso intelectual en la derecha posmoderna que piensa poco y lo mueve el sacroprincipio del Libremercadismo por sobre el ser.
Ahora bien, ¿alguno de estos maravillosos seres iluminados (políticos) habrá leído el texto aprobado con los 17 capítulos y 216 páginas?
Así en estas semana previas se alinean, a ambos lados de la trichera del Apruebo y el Rechazo, los supuestos líderes (que no existen) políticos y los vociferentes de simpre-opinólogos, columnistas, expertos, iluminados de tercera y toda clase de pitonizos que creen ser expertos en el tema constitucional y que en realidas son con suerte jirones intelectualoides y repetidores drase escuchadas en algun cóctel o sacadas de algún libro del autor de moda.
En este contexto, poco auspicioso para la deteriorada República de Chile, este sábado el expresidente Ricardo Lagos -el padre del término del proceso de la privatización y del control extranjerista en Chile dio su opinion-, el casi nonagenario exmandatario ha resuelto RECHAZAR y no encontró nada mejor que darlo a conocer por un diario español, dejando entrever (parece) que nos nostalgia de subditocolonial sigue rindiendo a la mal llamada «madre patria», que de madre tuvo bien poco con sus maltratadas colonias a las que estrujó y sigue estrujando (como ejemplo las autopistas urbanas, telefonía y muchos otras áreas estartpegicas que están en manos españolas).
Así, el señor Lagos le dice a los súbditos de la Corona del exrey cazaelefantes que: “Estoy por el rechazo, porque no veo que esta propuesta constitucional nos ayude a cohesionarnos como chilenos, como sociedad. Es un texto que, a pesar de todo lo que hizo la Comisión de Expertos en favor de lograr un consenso, fue desarticulado en la etapa final por el Consejo Constitucional (…) lo que hemos sufrido, tanto en la anterior propuesta constitucional como en esta es la incapacidad de entender que la Constitución es la Ley de leyes”.
Y Lagos cae en la misma trinchera del idelogísmo fanático como los republicanos al sentenciar:
«De aprobarse esta Constitución sería la derrota más humillante, desde el punto de vista político e ideológico, que puede haber sufrido la izquierda en mucho tiempo«.
Lo de Lagos se suma a una larga lista de figurillas que creen influenciar a un electorado que se divide en multiplicidad de audiencias que no leen ni se informan por los medios tradicionales, que está ajeno a un proceso constitucional que se tomaron los políticos y sus partiditos que son minúsculas agrupaciones de fervientes pero no creyentes seguidores de tal o cual idea ya que -en su mayoría- están en ellos para alcanzar alguna limosna que se traduce en una «peguita», ya que los partidos dominados por los nobles (que no tienen nada) es decir los parlamentarios que presiden en su mayoría las colectividades, son agencias de trabajo y de apitutamientos varios y han trasnformado el tema constitucional en una chacota reaccionaria ya sea por el ‘a favor’ o por el ‘en contra’, una chacota viceral sin pensamiento, sin profundidad, una discusión fatua digna de un reality (por lo silvestre y básico del arfumento y la puesta en escena).
EN la vereda opuesta el santón del Apruebo y padre espirutal de la propuesta Constitucional, Luis Silva, dijo en su medio favorito que: «Tengo el convencimiento de que muchas de las personas que desde la derecha hoy se manifiestan por el ‘En contra’, van a cambiar su voto cuando enfrenten el 17 de diciembre esa alternativa binaria, entre un camino de certidumbre, que es votar por un texto que conocen, y con unas reglas que van a regir al gobierno en sentido amplio, versus un camino que es pura incertidumbre”.
En tanto la principal sacerdotiza del Apruebo, Marcela Cubillos sentencia: «No creo que esto vaya a cerrarse si gana el ‘A favor’. Creo que mientras no tengan la Constitución hecha por ellos, a su antojo, hoy día o mañana el tema constituyente va a seguir abierto. Por esto, siento que este texto que el Consejo ha elaborado necesitamos que saque la mayor cantidad de votos posibles para quedar mejor parados en la defensa de una democracia liberal en los debates constituyentes que vienen. Porque siempre va a estar esta zona refundacional de la izquierda”.
En la trinchera del Rechazo, la observación del presidente del PC (el cuco monstruoso comeguaguas para la drecha preconciliar) dice quizás lo más cuerdo hasta ahora: «Quien tiene mayoría -cuando es mayoría para aprobar, es decir, una mayoría absoluta- es el único que tiene en su mano la posibilidad de corregir, acoger, rectificar y hacer una propuesta. La contraparte, todas las propuestas que haga, van a chocar con una muralla como fue la disposición que tuvo en este caso el Partido Republicano y Chile Vamos”.
Y Carmona agrega. «Yo me quedo con afirmaciones de políticos que todos entienden que son de diferencias con nosotros. Por ejemplo, Genaro Arriagada (ex DC) hoy afirma que no se puede asociar una Constitución a un programa político. Eso es un error estratégico, porque significa que nace esa Constitución en una confrontación de programa a programa. Esto tiene que estar por sobre”, expresó.
¿Conversos?
Así, en este festival de declaraciones hay que considerar las acomodaticias y opritunistas de Amarillos, Demócratas que tienen poca credibildiad debido a su génsis, es decir estas organizaciones nacidas al alero de la «vuelta de carnero» del «picado» porque sus fundadores sob ex militantes y parlamentarios en su mayoría DC, hicieron un giro y se pasaron a la vereda del frente, como conversos, pero como señala el Santo Oficio, hay que desconifar de los conversos si no pasan por una verdadera puruficación y no sea una conversión acomodatricia, esto ocurrió durante la primera mitad del Siglo XV.
En este conecto, el presidente de los v conversos (Amarillos por Chile), Andrés Jouannet, dice: «De no terminar este proceso (constitucional), estamos frente a la posibilidad de ser un Estado fallido (…) ya nos dimos cuenta que no hay la posibilidad de una casa común».