«Hoy estamos distanciados», sostiene Mauricio Valero en relación a su ex socia de Caval, Natalia Compagnon. En esa línea, agrega: «Esto me ha servido para ver quiénes son y quiénes no son mis amigos».
En entrevista con La Tercera, el relacionador público, de 47 años, con un MBA en la Universidad del Desarrollo, asegura que al momento de conocer a la esposa de Sebastián Dávalos, Bachelet no era Presidenta de la República, lo había sido, y estaban en un gobierno de derecha.
«(Bachelet) estaba en Estados Unidos y totalmente alejada de la familia. Estaba ocupando cargos afuera. Es decir, ella ya había sido Presidenta», afirma Valero y descarta que haya considerado el vínculo de Compagnon con Bachelet como una ventaja.
«Primero estábamos en un gobierno de derecha. Segundo, las empresas y los proyectos que estábamos viendo no tenían relación con un tema político», declara al matutino.
Consultado por la estrategia legal adoptada por la defensa de Compagnon, indica que «a medida que avanzaba el caso y que se filtraban cosas y declaraciones de prensa me quedó muy claro de que las defensas eran separadas. Ahora, uno siempre tiende a pensar que una defensa conjunta es para ocultar algo. Y no. La defensa conjunta era para mantener lo que yo sigo manteniendo: que aquí no hay delito, que acá se hizo un buen proyecto, que las querellas que tenemos de este señor Patricio Cordero están perfectamente defendidas y eso se logra con un trabajo conjunto de empresa».
Ante la pregunta: «¿Cree que la Presidenta no sabía del negocio de Caval?», Valero conesta: «Hablaba con Natalia y Sebastián, pero nunca vi una relación tan expedita con su madre o suegra, salvo la de cualquier persona. No me consta, y no tengo ninguna información que me pueda decir eso».
«Lamento que esto le haya pegado a la Presidenta. Creo que no es justo. Mi posición personal, sin tener una bandera política, es que la Presidenta no tiene ninguna responsabilidad del actuar de su nuera. Por eso, esto cambió cuando se empezó a hablar de “la nuera de” y del “hijo de”. Y eso ha sido perjudicial para todo el mundo», pone énfasis.
De igual modo, Valero reconoce que fue él quien fue contactado para ofrecer a Caval el polémico negocio de Machalí. Señala que fue el ex administrador municipal de Joaquín Lavín, Patricio Cordero. Al respecto, asegura que Natalia Compagnon estuvo al tanto de cada uno de los pasos de la compra y que la adquisición de los terrenos era un buen negocio, con o sin cambio de uso de suelo.
«Cuando Cordero presenta este tema con Juan Díaz, dijimos: esto hay que hacerlo, porque se ve fantástico. Estamos hablando de 2012, yo me pregunto: quién no sabe que Machalí es una extensión de Rancagua tipo lo que era La Dehesa, Las Condes, la Avenida Kennedy. ¿Quién no sabe eso? No hay que ser genio. Lo de Machalí era un negocio sumamente atractivo. ¿Y qué se nos ofreció? Ocho hectáreas urbanas. No sólo urbanas, comerciales. Es decir, desde el minuto en que nosotros tomamos la decisión de comprar, estábamos comprando ocho hectáreas urbanas, comerciales, de alta densidad, a orillas de la Carretera del Cobre. El eventual cambio de uso de suelo, quien haya podido hacer gestiones para eso, para nosotros, y hablo por mí, era un dato absolutamente adicional», relata Valero.
Se le pregunta por si el préstamo a Caval -por parte de Andrónico Luksic- se hubiera materializado si no lo hubieran solicitado el hijo y la nuera de la entonces ya Presidenta electa, Valero responde: «Sí. Luksic sabía que era un buen negocio, y si es que Caval no era capaz de pagar daba lo mismo, porque el predio valía mucho más de lo que estaba cubriendo el banco. Me tocó después de esa reunión liderar con Natalia todas las gestiones para poder obtener la aprobación del crédito. El crédito inicialmente fue rechazado una vez o dos veces, pero complementamos toda la información que necesitamos adicionar. Lo que puedo decir, y de lo que nadie habla, es que el Banco de Chile hizo un negocio sumamente seguro. El banco nunca iba a perder. Es una fantasía que alguien pueda obtener ese nivel de financiamiento para un proyecto que no tenga un fin comercial sólido y ese nivel de garantía».
«Fue un tremendo negocio para el Banco de Chile», resalta.
¿Cuál es el futuro de Caval?. El ex socio de Compagnon concluye: «Caval murió el día en que este caso se judicializó. Aún hay que hacer todo el tema contable, tributario. Estamos trabajando en el proceso de declaración de renta 2016. Pero lo más lógico es que Caval no va a seguir teniendo actividades económicas. Caval no va a seguir. No hay más negocio desde el 5 de febrero de 2016».