Uno de cada tres niños vivirá, al menos, una situación estresante o traumática en la infancia, como el divorcio de su padre y madre, o que un miembro de la familia tenga problemas con el consumo de drogas o alcohol, de acuerdo con la última Encuesta Nacional de Salud Infantil. En un nuevo estudio, los investigadores de Mayo Clinic descubrieron que estas situaciones adversas pueden relacionarse con la inactividad sexual y la disfunción sexual en las mujeres en etapas posteriores de su vida. Los hallazgos del estudio están publicados en la revista The Journal of Sexual Medicine.
Los investigadores recomiendan a los proveedores de atención médica que examinen a sus pacientes con disfunción sexual en busca de situaciones adversas en la infancia y les ofrezcan un tratamiento multidisciplinario que incluya la remisión a servicios de asesoramiento.
Acerca del estudio
Los investigadores estudiaron un grupo de más de 1500 mujeres de mediana edad (entre 40 y 65 años, con una edad media de 53 años) que visitaron la Clínica de Menopausia y Salud Sexual Femenina en la sede de Mayo Clinic en Minnesota entre el 2015 y el 2016 por preocupaciones relacionadas con la menopausia y la salud sexual. Se les pidió a las mujeres que completaran una encuesta antes de las visitas, que incluía preguntas sobre cualquier antecedente de situaciones adversas en la infancia, junto con la función sexual, los abusos recientes, su estado de ánimo, la ansiedad, los síntomas de la menopausia y la satisfacción en las relaciones interpersonales.
La información recopilada se incluyó en el Registro de Experiencias de Envejecimiento, Menopausia y Sexualidad (DREAMS), un registro de Mayo Clinic sobre la salud femenina. Los investigadores analizaron la relación entre la disfunción sexual femenina y las situaciones adversas en la infancia, definidas en el estudio como situaciones traumáticas que suceden durante la infancia y la adolescencia e implican abusos físicos, emocionales o sexuales; o crecer en un hogar con violencia, consumo de drogas, problemas de salud mental; o inseguridad debido a la separación o el divorcio del padre y la madre, o encarcelamiento.
¿Qué descubrieron los investigadores?
Descubrieron que las mujeres que vivieron cuatro o más situaciones adversas en la infancia tenían casi el doble de probabilidad de ser sexualmente inactivas en comparación con las mujeres que no vivieron situaciones adversas en la infancia y tenían el doble de probabilidades de tener disfunciones sexuales en la mediana edad. El estudio define la disfunción sexual femenina como un trastorno que implica problemas persistentes con el deseo sexual, la excitación, la lubricación, la satisfacción, el orgasmo o el dolor sexual que se asocia con una angustia personal para la mujer que presenta estos síntomas.
“Esta asociación parecía ser independiente de otros factores que también afectan la función sexual femenina, como la edad, el estado menopáusico, el uso de terapia hormonal, la ansiedad, la depresión, la satisfacción marital y los antecedentes de abusos recientes”, afirma la Dra. Mariam Saadedine, médica “fellow” en Mayo Clinic en Florida y primera autora del estudio.
“Esta investigación se suma a la bibliografía que explora la función sexual en las mujeres”, afirma la Licenciada en Medicina y Cirugía, Ekta Fapoor, directora asistente del Centro para la Salud Femenina de Mayo Clinic y autora principal del estudio. “La disfunción sexual tiene un impacto significativo en la calidad de vida de una mujer. De acuerdo con estos hallazgos, recomendamos a los proveedores de atención médica que examinen a las mujeres con disfunción sexual en busca de situaciones adversas en la infancia y les ofrezcan un tratamiento multidisciplinario que incluya la remisión a servicios de asesoramiento. Si las consecuencias de las adversidades en la infancia no se abordan de forma adecuada, otras intervenciones para mejorar la función sexual podrían no funcionar”.
Los próximos pasos de esta investigación consisten en evaluar las asociaciones entre las situaciones adversas en la infancia y la disfunción sexual femenina en un grupo de mujeres más diverso, incluidas las de estado socioeconómico más bajo y las que tienen acceso limitado a la atención médica.
Consulte el artículo para acceder al estudio completo, la lista de autores y los conflictos de interés.