El Presidente Gabriel Boric decretó este martes el Estado de Emergencia Agrícola en las regiones, entre O’Higgins y el Biobío, que se han visto afectadas por el paso del sistema frontal que ha provocado la salida de ríos e inundaciones de predios agrícolas y distintos complejos habitacionales.

La idea de este decreto es la de “facilitar los recursos para los sectores ganaderos, agricultores, vitivinícolas, apicultores, que van a requerir mucho apoyo en estos momentos”.

“El Estado de Emergencia Agrícola, que se enmarca en la Ley de Presupuestos del Sector Público, se complementa con las ayudas vigentes por el sistema frontal que tuvimos hace siete semanas y nos va a permitir agilizar la entrega de las ayudas necesarias”, explicó el jefe de Estado.

La decisión fue tomada luego de una reunión que encabezó el mandatario junto al ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela, quien reconoció que “preliminarmente, hay un daño importante en productores cerca de las cuencas, básicamente de cultivos habas, cultivos de invierno como parte de la producción de melones y sandías, zanahorias, cebollas”.

Además, el Presidente también abordó la necesidad de aumentar la fiscalización del Estado para el control de los asentamientos irregulares en sectores que son potencialmente inundables, lo cual quedó de manifiesto en las lluvias de junio pasado y que este sistema frontal también lo dejó en evidencia.

“Hay mucha gente que está viviendo en asentamientos irregulares en lugares que son inundables (…) los ríos de Chile tienen memoria y recuperan su cauce histórico cuando llueve. Por lo tanto, cuando se hacen loteos irregulares, cuando hay gente que se aprovecha, cuando no hay fiscalización correcta, se producen tragedias”, indicó Boric.

En tal sentido, el jefe de Estado llamó a la “responsabilidad, a no comprar en loteos irregulares, y el Estado tiene que estar más presente en la fiscalización (…) me queda absolutamente claro que hay que ponerle mayor sentido de urgencia a esta fiscalización”.