Sembrar el terror por parte de las bandadas criminales importadas que -al parecer- se disputan el control territorial con bandas chilenas es una silenciosa y macabra batalla que se está dando en muchas partes del país tras el ingreso de criminales experimentados y con sanguinarias prácticas jamás vista en Chile y que que han tomado por sorpresa a las policías nacionales, pero lo ocurrido esta mañana en pleno centro de Santiago –cuerpo descuartizado en Alameda con Molina–, a pocas cuadras del Palacio de Gobierno da cuenta de la gravedad de la crisis de (IN)seguridad que arrastra el país desde el gobierno de Piñera hasta ahora.
¿Cómo es posible que aparezca un cuerpo descuartizado en plena Alameda y el resto esparcido en varias cuadras? Simple: La impunidad con que opera la nueva criminalidad hace una demostración de fuerza y control aplastando a las Policía y a la inservible Agencia Nacional de Inteligencia ANI.
En la madrugada apareció el cuerpo desmembrado y al medio día de este domingo, envueltas en una frazada y en bolsas de basura en calle Cóndor con San Francisco,, se encontraron -lo que podría corresponder al cuerpo encontrado en Molina con Alameda- las piernas y la cabeza. Esta práctica es muy usual en México.
En la tarde noche de este domingo, Carabineros confirmó que la víctima es un hombre de 24 años de nacionalidad colombiana.
El teniente Bruno Hiche, pertenciente al Labocar de Carabineros, apuntó que “la identidad del cuerpo se trataría de un joven de nacionalidad colombiana de 24 años (…) Por otra parte, junto a estas diligencias, se pudo establecer una vivienda que resulta ser de interés criminalístico, por lo tanto se están haciendo levantamientos de evidencias en ese sector para vincularlo al hecho”
Mucho más temprano, el fiscal Felipe Olivari de la Fiscalía Centro Norte, confirmó que el hombre decapitado estaba “envuelto en una bolsa y al parecer en una especie de saco de dormir, frazada”.