En esta celebración del Día de la Tierra, establecido para cada 22 de abril por la Asamblea General de la ONU desde el año 2009, diversas problemáticas ambientales afectan a Chile, varias de las cuales deben ser enfrentadas con urgencia.
En esta línea, WWF Chile realizó un llamado a abordar en forma efectiva y urgente, pero también con una mirada de largo plazo, los múltiples desafíos que enfrenta la naturaleza y las personas en el ámbito del medio ambiente en el país.
“La evidencia científica nos muestra cada día que el tiempo para hacer los cambios necesarios para controlar las crisis climática, de pérdida de biodiversidad y de contaminación, ya se está agotando. Por tanto, ya es hora de pasar de los análisis y compromisos a la acción concreta y rápida”, señaló Ricardo Bosshard, director de WWF Chile.
Algunos de los temas clave tienen que ver con la reducción de nuestra huella ecológica y nuestras emisiones, que están muy vinculadas con nuestra forma de producir y consumir, y donde la dependencia de los combustibles fósiles es crítica. “También debemos restaurar un millón de hectáreas de paisajes al 2030, priorizando bosque nativo, y frenar la gran ola de contaminación plástica, para lo cual esperamos que Chile sea uno de los países más activos en la ronda de negociaciones que se desarrollará en París en mayo, para un tratado global legalmente vinculante para detener la fuga de desechos plásticos al ambiente. Urge avanzar, igualmente, en más y mejor financiamiento para nuestras Áreas Protegidas y poder asegurar una conservación efectiva en dichos espacios”, detalló Bosshard. “Por otro lado, en nuestros hogares, el 58% de la basura que generamos corresponde a desperdicio de verduras y frutas, entre otros desechos vegetales; sin embargo, menos del 1% de ellos se composta, lo que es algo que debemos cambiar con educación para los ciudadanos, y una regulación nacional”, agregó.
Un aspecto relevante en la actualidad política es el proceso constituyente, que para WWF Chile abre una nueva oportunidad para que el medio ambiente tenga el espacio que la naturaleza y las personas necesitan en una nueva Constitución que esté acorde a las demandas actuales e incorpore una visión hacia el futuro. “Nuestra mirada es que la carta magna debe abrir la puerta para los cambios que se necesitan y no cerrarla, por tanto estaremos siguiendo de cerca también este proceso y aportando desde nuestra experiencia y conocimiento, tanto nacional como internacional”, comentó el director de la organización de conservación.