Para comprender y entender cómo se debe tratar a quienes viven con CEA, Mall Curicó ha organizado una instancia de conversación junto a profesionales del ámbito de la salud y legal, con el fin de abordar las características de esta condición y, asimismo, analizar las principales definiciones de la recientemente promulgada Ley TEA.
Con el objetivo de visibilizar la Condición Espectro Autista (CEA) y que la comunidad se haga parte de las necesidades que requieren los niños, niñas, adolescentes y adultos que la viven; Mall Curicó -en conjunto con la Fundación PadresCEA y TEAspergerCuricó- ha organizado una charla en la que se abordarán las diversas aristas que viven a diario la personas con esta discapacidad.
Cuando se cumple un mes de la entrada en vigencia de la Ley 21.545, conocida como “Ley TEA”, la cual busca asegurar el derecho a la igualdad de oportunidades y resguardar la inclusión social de todas las personas con esta condición. Las encargadas de explicar el contexto y las implicancias que esta normativa conlleva, serán la terapeuta ocupacional, Valeria Novoa y la abogada, Carolina Araya; en el encuentro agendado para este sábado 15 de abril, a las 10:00 horas, en CinePlanet de Mall Curicó.
Felipe Lavandero, gerente del centro comercial, comenta que “la generación de este diálogo nos permitirá asimilar la sensibilidad que se requiere para comprender, entender y respetar a los niños, niñas, adolescentes y adultos que viven en el Espectro Autista. Necesitamos como sociedad entender las diferencias y sensibilidades, para con ello contribuir en la mejora de su calidad de vida”.
Sociedad inclusiva
Si bien la “Ley Tea” está en vigencia, no existe normativa alguna que castigue el maltrato, físico y/o psicológico, hacia una persona que vive con la condición. Al respecto, Carolina Araya explica que para lograr sancionar a quien discrimine a una persona con Espectro Autista “se puede apelar a la Ley 20.422, que establece la normativa sobre la igualdad de oportunidades a personas con discapacidad”.
Las circunstancias en las que son discriminados quienes viven con CEA van desde la no incorporación a un colegio, hasta medidas rígidas en los hospitales, cuando quedan internados y sufren una crisis. “Estas personas tienen una alteración neurobiológica que afecta las áreas sociocomunicativas y las conductas estereotipadas, repetidas o restringidas afectando sus ocupaciones. Además, existe un procesamiento de la información que es diferente, por lo que tienden a prestar atención a detalles que son importantes para ellos o sentir algunos estímulos sensoriales de forma intensa. Y si bien las personas autistas buscan -al igual que todos- tener una adecuada calidad de vida, la sociedad no está preparada para otorgársela”, comenta Valeria Novoa.
Los grados dentro del Espectro Autista son tres y se clasifican de acuerdo al nivel de apoyo que requieran: necesita ayuda; necesita ayuda notable; y necesita ayuda muy notable. El diagnóstico lo entrega un neurólogo o un psiquiatra, ya sea infantil o adulto, quienes a través de la observación, historia clínica, uso de pruebas estandarizadas e informes de profesionales, pueden establecer la presencia de la Condición.
Ya en el 2018 se planteaba la necesidad de políticas de apoyo al Espectro Autista. En el texto que se presentó al Parlamento, se propuso intervenir desde la primera infancia con el fin de optimizar el desarrollo y bienestar de las personas con CEA; y una vez que se haya identificado, importante que se les ofrezca al niño y a su familia, información y servicios pertinentes, como derivación a especialistas y ayudas prácticas, de acuerdo con las necesidades particulares de cada individuo.
A cinco años de la propuesta, la terapeuta ocupacional señala que falta inclusión y comprensión, pues “al ser en ocasiones una discapacidad invisible, los niños que la padecen tienden a ser encasillados de mañosos; y en el caso de los adultos, como personas complejas”.
Para Novoa es necesario que la sociedad interiorice la idea de que todos somos diferentes y que las relaciones se establezcan desde el respeto. “Por ahora hemos avanzado un pequeño pasito con la ‘Ley TEA’, pero lo que esperamos es que podamos tener espacios y personas con mayores habilidades y estrategias”, añade.
La opinión de Araya es complementaria, ya que plantea la necesidad de buen trato en todos los aspectos de la sociedad, como también la relevancia de “que el autismo sea ingresado al GES para asegurar la cobertura médica y las terapias que ellos necesitan”.
