Cuando los parlamentos enloquecen pasa lo que se vive en el Perú que va al marasmo total por -al parecer- una sed de venganza enceguecedora de los congresistas que están hundiendo al país con sus destituciones presidenciales para ellos hacerse del poder aunque ello signifique una crisis que solo trae pobreza, muerte, destrucción y el fin de la democracia; sólo así se entiende como este viernes el Congreso peruano por 59 votos favor, 23 en contra y 3 abstenciones, aprobó dar luz verde a la denuncia constitucional presentada por la fiscal de la Nación, Patricia Benavides en contra del Presidente Pedro Castillo a raíz del caso acumulado Puente Tarata – PetroPeru bajo los cargos de -presunta- comisión de los delitos de organización criminal, tráfico de influencias y colusión.