“Hoy en día por miedo a ser criminalizados las personas deciden no autocultivar cannabis y exponerse a las peligrosidades del mercado negro”
- Luis Quintanilla, fundador de Dispensario Nacional, fue condenado a prisión preventiva por no contar con un permiso que no existe. Tras una audiencia en donde se revisaron las medidas cautelares, se logró cambiar la prisión por la medida de arresto domiciliario total.
El pasado 16 de agosto, Luis Quintanilla, fundador de Dispensario Nacional, la primera asociación de cannabis medicinal de Chile fue detenido, tras un allanamiento a la sede administrativa de la entidad, ubicada en la comuna de Providencia. En esa oportunidad, Quintanilla quedó en prisión preventiva, fue decomisado el equipamiento y destruida la materia vegetal y el cultivo perteneciente a la corporación.
La Fiscalía argumentaba que faltaba un permiso de cultivo y plantación de cannabis, que debía ser entregado por el Servicio Agrícola Ganadero (SAG), el cual no se encontraba en manos de Quintanilla, por lo que se le acusó de realizar “cultivo sin autorización”. Sin embargo, la defensa de Quintanilla acusa que el mismo SAG ha informado en innumerables ocasiones al Fiscal Nacional, Jorge Abbott, que dicho certificado no existe y que no se entrega ni para uso personal ni colectivo.
Finalmente, tras revisar las medidas cautelares y luego de más de tres meses en la cárcel, el pasado 4 de noviembre, el director de Dispensario Nacional quedó con arresto domiciliario. A su salida, el director de Dispensario Nacional explicó que: “el permiso existe, pero para fines específicos de investigación científica o producción comercial. Mediante oficio del Director Nacional del SAG, al ex fiscal nacional Jorge Abott, se expone que el permiso nunca se ha entregado tanto para fines de consumo personal o próximo en el tiempo o para tratamiento médico. Excepciones para poder cultivar según la ley 20.000.
No existe una entidad competente en torno a cannabis en Chile, debido al prohibicionismo existe mucha información desconocida y por años ha sido un tema tabú. Existe una incapacidad de reconocer que es un tema país y que se debe capacitar a las entidades estatales y sus funcionarios al respecto”, comenta Luis Quintanilla.
Tras la situación vivida, el fundador de la primera asociación de cannabis medicinal de Chile hace un llamado a mejorar la regulación, señalando que, “se termine con la criminalización de usuarios de cannabis los cuales son estigmatizados como delincuentes y forzados a probar su inocencia en juicios desgastantes. Es necesario generar una regulación integral del cannabis que se enfoque en los usuarios y no en castigar”, y explica que, “es urgente, porque de esta forma se le quita una parte importante de usuarios al narcotráfico, que hoy en día por miedo a ser criminalizados las personas deciden no autocultivar cannabis y exponerse a las peligrosidades del mercado negro”.
Ante esta situación, la defensa de Quintanilla decidió interponer una demanda contra el Estado por violación a los Derechos Humanos y persecución en contra de las personas que cultivan cannabis para fines medicinales.
“Luis no es una persona peligrosa para la sociedad, no debió estar en prisión preventiva. Es una víctima del Estado de Chile en su calidad de presidente de Dispensario Nacional. Por esto es que hicimos llegar una denuncia a la Corte Interamericana de DDHH”, cuenta Valeska Frías Aldunat, directora de coordinación de Dispensario Nacional.
Tras abandonar el complejo penitenciario, Luis Quintanilla manifestó su emoción y orgullo por el trabajo realizado con la comunidad. La diputada Ana María Gazmuri, quien lo acompañó a la salida del penal, señaló que «en Chile han sido cientos las familias que se han visto vulneradas por la persecución de quienes cultivan la cannabis. Es por eso que nuestro compromiso es trabajar por la regulación integral del cannabis y que incluya una reparación a estas víctimas«.
Desde el congreso y autoridades legislativas, este caso de Luis y Dispensario Nacional también ha tenido acogida por parte de parlamentarios, como Jorge Brito Hasbún y Diego Ibáñez, quienes han colaborado y empatizado con esta situación.
Para el equipo de Dispensario Nacional es muy importante que esta situación se visibilice, y así poder destacar el activismo de Luis Quintanilla, quien ha desarrollado una búsqueda humanitaria de acceso seguro al cannabis para sus pacientes asociados. La medida de prisión preventiva contra él fue desproporcionada y sin fundamentos, aseguró su defensa.
Los abogados Juan Pablo Olmedo y Andrea Ruíz, denunciaron ante la Comisión Interamericana de DDHH las prácticas de persecución del Estado de Chile en contra de las personas que cultivan cannabis para fines medicinales.
¿CÓMO FUNCIONA DISPENSARIO NACIONAL?
Las asociaciones de cultivo colectivo de cannabis como Dispensario Nacional, son corporaciones sin fines de lucro, y están debidamente constituidas al amparo de la ley N° 20.500. En éstas, los miembros o socios son dueños de lo que produzca la organización, por lo que no existe comercio ni tráfico. Los socios invierten en la mantención del cultivo y del club, por lo tanto, no existe un pago por la venta. Así, el asociado se “dispensa” según indica la receta, pagando una mantención que determina cada corporación.
“Es urgente regular el cannabis dada la cantidad de usuarios y pacientes en Chile, colocando como ejemplo a Dispensario Nacional y cómo hemos sido víctimas de un vacío legal”, expresa Frías, ya que cientos de pacientes de cannabis medicinal se han visto afectados por problemas logísticos y operativos que ha tenido la corporación desde el allanamiento y prisión de su director.