El presidente de la UDI, Javier Macaya, salió a poner el pecho a las balas, luego de los cuestionamientos de grupos extremos de derecha que increpan a los líderes de Chile Vamos por seguir negociando el proceso constituyente, afirmando que no le importan que lo tilden de traidor y que lo funen.
En conversación el programa Mesa Central de Canal 13, el timonel del gremialismo y senador dijo que “estoy dispuesto a que me digan traidor y me funen con tal de que Chile pueda avanzar en el tema constitucional pensando en las próximas décadas”.
Hay que mencionar que un reducido grupo del denominado “Team Patriota”, liderados por Francisco “Pancho Malo” Muñoz, realizó un “apriete”, el estilo de las barras bravas, exigiéndole al timonel UDI, a la entrada del canal de televisión, que no siguiera con las negociaciones y así mantener la cuestionada Constitución de 1980.
“Nos hemos mal acostumbrado, durante los últimos tres años en Chile, a vivir presos de la cultura de la cancelación, de la amenaza de la violencia, algo que no es aceptable en una democracia”, mencionó el legislador opositor.
Macaya señaló que “nuestro compromiso de tener una nueva constitución se cumple absolutamente, lo hicimos saber esta semana en la reunión que tuvimos en el congreso con todas las fuerzas políticas”.
“Yo mismo dije que la actual constitución está superada, tenemos que ser capaces de tener un pacto que le dé estabilidad al país en las próximas décadas. Los partidos de Chile Vamos hicimos campaña con el compromiso de tener una nueva constitución, de tener una buena constitución, no como el experimento que fracasó el 4 de septiembre”, explicó el legislador.
Respecto a las conversaciones por el nuevo proceso constituyente y los “bordes” establecidas por el conglomerado del cual su partido es integrante, Macaya sostuvo que “hay conversaciones respecto a qué bordes se pueden tener en este diálogo que tiene que seguir generándose, sin intransables”.
Concluyó, afirmando que “nuestra intención no es eliminar la deliberación democrática que se tiene que dar en el futuro órgano que redacte la nueva Constitución, pero sí fijar ciertos principios ordenadores”.