El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, ha realizado una visita sorpresa a Kiev para reunirse con el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskiy.

El primer ministro británico canceló en el último minuto una visita prevista a una cumbre en Doncaster, donde debía pronunciar un discurso ante diputados conservadores y concejales locales del norte de Inglaterra.

Es el segundo viaje de Johnson a Ucrania desde el comienzo de la guerra. El viaje sigue a la visita de los principales líderes de la UE Emmanuel Macron, Olaf Scholz y Mario Draghi a principios de esta semana.

Johnson señaló que «mi visita de hoy, en lo más profundo de esta guerra, es para enviar un mensaje claro y simple al pueblo ucraniano: el Reino Unido está con ustedes y estaremos con ustedes hasta que finalmente prevalezcan».

En este contexto, ofreció lanzar una importante operación de entrenamiento para las fuerzas ucranianas, con el potencial de entrenar hasta 10.000 soldados cada 120 días.

El nuevo programa de entrenamiento militar “podría cambiar la ecuación de esta guerra, aprovechando la más poderosa de las fuerzas, la determinación ucraniana de ganar”, agregó.

En tanto, Zelenskiy dice que está agradecido por esta atención a Ucrania , a su gente, al liderazgo de Johnson y al apoyo “inigualable” de Gran Bretaña a Ucrania, asegurando que las conversaciones han sido «muy sustanciales» y «llenas de detalles importantes».

Los líderes discutieron la situación actual en la línea del frente en el este y el sur de Ucrania, así como «nuestras oportunidades para defender Ucrania contra el ocupante ruso», acotó el Mandatario ucraniano, añadiendo que el Reino Unido y Ucrania tienen una «posición común sobre cómo avanzar hacia nuestra victoria» y que aprecia la «comprensión de Gran Bretaña de nuestros requisitos militares» para reforzar los suministros de armamento pesado.

Asimismo, afirmó que la “abrumadora mayoría” de los ataques con misiles rusos están dirigidos contra civiles e infraestructura civil, los cuales golpean edificios residenciales, escuelas, hospitales, transporte y empresas.

La tarea «principal» para Occidente es ayudar a Ucrania a defenderse de los cohetes rusos que serán «una clave para garantizar vidas normales» para los ucranianos, añadió.

Por otra parte, los dos líderes también discutieron cómo «intensificar» las sanciones contra Rusia, sobre lo que Zelenskiy dijo creer que Johnson tiene una «postura de principios en este sentido».

«Podemos hacer que las sanciones sean muy, muy tangibles para asegurarnos de que Rusia sienta las consecuencias de sus actos terroristas contra Ucrania y la estabilidad internacional«, recalcó el Presidente de Ucrania.

El Primer Ministro británico comentó seguidamente que era «genial» estar de vuelta en la capital ucraniana y ver «cómo la vida vuelve a las calles, a los cafés, a los restaurantes» y dice que es «algo muy positivo» ver cómo Kiev es mucho «más animada» que hace unas semanas, cuando visitó por primera vez (y también de manera sorpresiva), la capital ucraniana.

Sin embargo, no dejó de hacer hincapié en que «tenemos que afrontar el hecho de que, a sólo un par de horas de distancia, continúa un asalto bárbaro contra personas completamente inocentes, pueblos y aldeas están siendo reducidos a escombros«, subrayando que ha habido evidencia continua de ataques deliberados contra civiles y “lo que sin duda es un crimen de guerra”.

En ese sentido, Johnson reconoció que «entiende completamente» por qué Zelenskiy y su gente «no pueden comprometerse con Putin».

Eso si, enfatizó seguidamente que “toda la evidencia” muestra que las fuerzas rusas están sufriendo una “presión aguda” y “sufriendo grandes bajas”, dice, describiendo el gasto ruso en armamento y municiones como “colosal”, y que tras 114 días de ataque, “todavía no han logrado los objetivos que se propusieron para la primera semana”.

Finalmente, el primer ministro británico aseguró que su país le dará a Ucrania la «resistencia estratégica» para prevalecer contra la invasión de Rusia y que continuará intensificando las sanciones contra Rusia, comprometiéndose a trabajar con Kiev para liberar grano para la exportación a través del Mar Negro, que describe como «rehén» de Vladimir Putin.

«Vamos a trabajar juntos para liberar el grano que Putin tiene como rehén en este momento, privando a las personas de todo el mundo de los alimentos que necesitan», concluyó.