· Luis Alejandro González, jefe nacional de Especialidad de la Escuela de Construcción e Ingeniería de AIEP, recomienda revisar las filtraciones de puertas y ventanas, además de aislar los muros de la vivienda.
Es innegable que este otoño ha estado frío y los registros de la Dirección Meteorológica así lo demuestran. Solo en Santiago, el pasado 30 de mayo, los termómetros marcaron -2,1°, la temperatura mínima más baja para un mes de mayo desde el año 1969. Tal información sienta un precedente y nos avisa que el invierno tendrá días gélidos y que serán nuestros hogares los mejores lugares para resguardarnos de este clima.
Luis Alejandro González, jefe nacional de Especialidad de la Escuela de Construcción e Ingeniería de AIEP, indicó que “son pocas las personas que realizan con anticipación las mejoras necesarias en las casas para recibir el invierno. Sin embargo, todavía estamos a tiempo para preparar los hogares para las bajas temperaturas y la lluvia. Lo importante es considerar cómo es la construcción y materialidad de nuestra casa, para que de esa forma se puedan cubrir de manera adecuada todas las necesidades”.
Para estar preparados, el experto de AIEP nos entrega las siguientes recomendaciones:
– Puertas y ventanas: es relevante observar y revisar el estado de los marcos de las ventanas, entradas de luz y puertas. Si hay una filtración nunca se mantendrá la temperatura adecuada en el hogar. Para solucionar este problema existen cintas selladoras que cumplen muy bien esa función. Además, es aconsejable un buen sistema de cortinas aislantes del frío. En el caso de las puertas, las uniones con los marcos también pueden ser protegidos con materiales sellantes como los burletes de espuma.
– Techos: es necesario que, cada dos a tres meses, se realice la mantención y limpieza de las canaletas. Las bajadas de agua de las viviendas suelen acumular basura que si no es limpiada puede dañar la canaleta, provocando goteras, humedad en las paredes, destrucción de la madera y hasta agrietar los cimientos de las casas.
– Aislación: para viviendas de material ligero es conveniente utilizar aislantes térmicos para paredes interiores. Para esto existen variadas posibilidades, como la celulosa, la fibra de madera, la lana de roca y las perlas EPS con grafito. Una casa acondicionada térmicamente puede mantener el calor durante más tiempo y disminuir el consumo de combustibles para calefaccionar, así evitaremos riesgos de enfermedades producidas por la humedad y formación de hongos.
– Calefacción: por seguridad es importante hacer la mantención de chimeneas, aires acondicionados y estufas con los profesionales que corresponda en cada caso. Un sistema de calefacción en mal estado gastará más energía, contaminará el aire de la casa y nos puede afectar en nuestra salud respiratoria.
En paralelo, el especialista aconseja tener especial atención con la ventilación de la vivienda. “Aun cuando nuestro propósito es protegernos del frío, no debemos olvidar que, si nuestro sistema de calefacción es a gas, leña o parafina, siempre debemos mantener ventilado nuestro hogar, para evitar así, intoxicaciones o cualquier tipo de accidente. Además, abrir las ventanas diariamente previene tener humedad de paredes y techumbre”, concluye.