El senador Andrés Allamand (RN), el ex ministro de Defensa de Piñera y el mismo que protagonizó la “travesía en el desierto” y que plasmó en un grueso libro con divagaciones y autoanálisis de su vida, la derecha, la dictadura cívico-militar; el mismo que instaló el concepto de “desalojar La Moneda”, ahora lo desempolva señalando que “el desalojo está vigente. Antes fue necesario para cambiar al Gobierno, ahora lo es para enderezar el país”, señaló en una extensa entrevista estilo publinota que publica El Mercurio de este sábado.
Allamand no se atreve a decir por su nombre la corrupción que dejó al descubierto el caso Penta y SQM y la califica como “irregularidades”.
Calificamos la entrevista como “publinota” porque no ahonda en temas que la centroderecha evita y no se pronuncia, pero a pesar de esta falta de contenidos tiene elementos rescatables que reflejan ese espíritu “rabioso” del que fuera líder de la llama “Patrulla Juvenil” que denota porqué fue uno de los jóvenes que apoyó entusiastamente el golpe de 1973 y los primeros años del régimen de Pinochet y del que después renegó. (Lea: Por la boca muere el pez…)
El primer tackle de Allamand (Rugbista como Pizarro) va para su sector: “La lentitud de nuestro reagrupamiento después de la derrota en las pasadas elecciones presidencial y parlamentaria; el impacto de las irregularidades en la política, que si bien ha sido general ha tenido características particulares en la centroderecha; la falta de un perfil opositor más definido, y la necesidad de construir un relato alternativo que implique una propuesta de rectificación y de futuro para el país”.
Ante la pregunta: “¿En qué consiste esa nueva etapa?, Allamand responde: “Es fundamental un remezón desde el punto de vista de las actitudes. Creo que el desalojo está vigente. Antes era necesario para cambiar al Gobierno, ahora para enderezar el país. Tenemos que tener un más definido y separar más claramente las aguas con el Gobierno, por ejemplo, en el tema constitucional”.
Si en un momento fue el “fenómeno” Sarkozy en Francia, hoy el faro que ilumina a la centro derecha es Mauricio Macri: “He señalado que debemos seguir con mucha atención el proceso de Cambiemos de Mauricio Macri. Argentina cambió porque se hizo una convocatoria opositora amplia a partir de un programa de rectificación, y eso es lo que nos falta”, sostiene Andrés Allamand.
Sobre su partido, Renovación Nacional, el parlamentario sostiene que “RN necesita un remezón de energía, de dinamismo, de convicción, de fuerza. Me gustaría que la oposición entera mostrara más voluntad de volver a ganar el gobierno y más carácter”, reflexiona.
“Festival de candidaturas”
El senador Allamand le preguntan “optar por dirigir el partido lo obliga a descartar un aopción presidencial….a lo que responde “La centroderecha tiene hoy cuatro partidos políticos y cuento ocho candidatos presidenciales: Sebastián Piñera, Manuel J. Ossandón, Francisco Chahuán, Alberto Espina, José Antonio KAst, Felipe Kast, Francisco De la Maza y Hernán Larraín. Ya casi tenemos un festival de candidaturas, no creo que tenga sentido sumarse a ello. Si bien es cierto que sé que mi nombre va a figurar en la lista de los presidenciables, la sola idea de asumir responsabilidades en un partido a uno lo descarta como opción presidencial”.
Mensaje a la DC
Sin duda que uno de los anhelos más profundos que guardan los dirigentes de la centroderecha es poder contar con la Democracia Cristiana, cuestión que también es abordada por Allamand que aprovecha de mandarle un mensaje al partido que lidera su “cámara” rugbista Jorge Pizarro: “El problema que tiene la DC es que aún algunos de sus dirigentes están bajo el espejismo de la candidatura de Ricardo Lagos. La maniobra de mi amigo el senador Zaldívar de imponer a Lagos por secretaría fracasó estrepitosamente. La DC ya ha aclarado que va a tener un candidato presidencial propio. Si la DC se mantiene en la Nueva Mayoría, el resultado de ese candidato va a ser aún peor que el de Claudio Orrego, porque el perfilamiento de un candidato presidencial de la DC no se puede dar en una coalición de siete partidos, donde seis son de izquierda…Lo que ha hecho Mariana Aylwin en los último años es de una gran convicción, coraje e inteligencia política. Ella sabe perfectamente bien que así como va la DC solo va a ser el vagón de cola de una coalición que inevitablemente se mueve hacia la izquierda”.