En Barrio Bandera, defensores de los animales demostraron cómo la pesca industrial perjudica a las especies, la salud humana y el medioambiente
Un grupo de activistas por la protección de los animales realizó una manifestación pacífica en el Barrio Bandera, en la ciudad de Santiago, para generar conciencia sobre los peligros de la pesca industrial. Los organizadores pertenecen a las ONGs internacionales Sinergia Animal y Vegetarianos Hoy y en la actividad se expuso una imitación de red de pesca con figuras animales atrapadas, luchando por escapar y sobrevivir. Asimismo, los participantes explicaron al público cómo la pesca industrial perjudica a los animales, la salud humana y el medioambiente.
“Hay billones de animales sufriendo, múltiples ecosistemas que están siendo destruidos y una gran cantidad de comida contaminada por esta industria que termina en los platos de los chilenos. El sábado pasado fue el Día Mundial por el Fin de la Pesca, y estamos aquí porque alguien tiene que hacer rendir cuentas a esta industria”, explica María Ignacia Gálvez, Gerenta de Campañas de Sinergia Animal, una organización internacional que trabaja en los países del Sur global para ayudar a los animales en la industria alimentaria y promover una alimentación más compasiva. “Sabemos que los chilenos son personas compasivas. Esperamos que si ellos están bien informados, puedan tomar mejores decisiones acerca de los alimentos que comen”, agrega Gálvez.
Bienestar animal impactado
Los peces representan más del 90% del total de animales que se matan para alimentación a nivel mundial. Estudios recientes han demostrado que tanto los peces como los crustáceos tienen capacidad de sentir, y por lo tanto de experimentar dolor. También serían capaces de experimentar estados emocionales e incluso desarrollar memoria. Sin embargo, en la industria pesquera estos animales son atrapados en redes y mueren lentamente por asfixia. “Los peces y los crustáceos, como los cangrejos y las langostas, también pueden sufrir y sentir dolor. Es crucial que tengamos un debate y una discusión pública abierta sobre estos problemas porque cuando el público conoce que dichos animales experimentan dolor, muchos pueden pensarlo dos veces antes de continuar consumiendo estos animales como lo han venido haciendo”, explica Gálvez, refiriéndose a las formas más comunes en las que se consumen los crustáceos, como siendo desmembrados y hervidos vivos.
Lucha por el medioambiente
Los activistas también generaron conciencia sobre los impactos ambientales de la industria pesquera, la cual contribuye a múltiples peligros medioambientales como la disminución de la vida marina, la contaminación por plástico, y los animales marinos atrapados en herramientas pesqueras: cada año, más de 100.000 ballenas, delfines, focas y tortugas quedan atrapadas en redes de pesca abandonadas o perdidas, trampas para peces y langostas.
La acuicultura, la práctica de criar peces y otros animales acuáticos en estanques artificiales en el mar o en agua dulce, también es controvertida entre los ecologistas y los defensores de los derechos animales. En el caso de los camarones, los bosques de los manglares son deforestados frecuentemente para abrir espacio para nuevos criaderos. Estos ecosistemas son cruciales para evitar las consecuencias catastróficas relacionadas con el cambio climático, ya que estos tienen la capacidad de almacenar de tres a cuatro veces más carbón que los bosques terrestres, afirman los expertos. “Los camarones y los criaderos de peces están perjudicando la naturaleza, nuestro planeta, de una forma que puede ser irreversible. Y nueve de los diez mayores exportadores mundiales de camarones congelados son países de Latinoamérica y Asia”, agrega Gálvez.
Los activistas invitaron al público a elegir opciones alimentarias más compasivas y sostenibles. Como guía de ayuda, la ONG Sinergia Animal ofrece un libro digital gratuito que contiene deliciosas y asequibles recetas basadas en plantas, el cual se puede obtener en el link www.sinergiaanimal.org/recetas-del-mar.
