Mientras las autoridades les exigeen a la piblación vacunarse y cumlir la Ley, resulta que quienes hacern las leyes adoptan posturas propias del absolutismo o de la corte Celestial porque nuestros diputados se autoeeleban a nivel Dios y sienten cnu na suerte e inmunia e impuidad a todo tal como lo explica el presidente de la Cámara de Diputados, el RN diego Paulse que defiende corportaivamente -como es obvio- a la diputada PS, Jenny Álvarez, que simpemente no se vacunó y manó a toa su bancada a cuarentena.
«Hay una diferencia tremenda de quien es diputado y quien no, porque la Constitución establece el derecho constitucional de los parlamentarios a poder asistir y poder votar en la Sala de la Cámara» aseguró Paulsen.
Y para atenuar la delirante declaración agregó: «lamentablemente, si fuera por mí, yo no permitiría que ningún parlamentario (ingresara sin vacuna). No estamos en dictadura, estamos en un régimen democrático donde nos regimos por las mismas leyes todos y hoy la Constitución establece que los parlamentarios tienen el derecho constitucional de estar y no tengo cómo impedir que un parlamentario que no tenga sus dosis completas no poder asistir a a la Sala».
La Ley Orgánica Constitucional del Congreso, en su artículo 5°F señala: «Es deber de los parlamentarios asistir a las sesiones de la Cámara y de las comisiones a que pertenezcan».
La Cámara defiene lo inefendible argumentando que a un honorable no se les puede negar el acceso bajo ningún concepto a los legisladores y solo lo impediría lo que establece el Código Sanitario que obliga a quienes sean diagnosticados con covid-19 a realizar aislamiento.