Duro golpe en Rusia contra la principal organización de derechos humanos y voz de las víctimas de la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, URSS.
El Tribunal Supremo dictaminó este 28 de diciembre el cierre de Memorial, la principal ONG de DDHH del país, por supuestamente violar la controvertida ley sobre agentes extranjeros, normativa que exige a los grupos financiados internacionalmente que marquen claramente todo su material como emitido por «un agente extranjero». En esa categoría fue clasificada la organización por las autoridades rusas desde 2016.
Según la Fiscalía, el grupo violó reiteradamente la ley al “ocultar” la designación.
Además, el ente acusador señaló que la organización intentó influir en la política del Gobierno y en la opinión pública.
«Es obvio que Memorial crea una imagen falsa de la URSS como un estado terrorista al especular sobre el tema de la represión política del siglo XX«, aseguró el fiscal Alexei Zhafyarov durante la audiencia del martes, en la que agregó que Memorial International distorsiona la historia.
La ira de las autoridades rusas
Para los grupos de oposición, el cierre de la ONG está claramente motivado por la ira suscitada en el Gobierno luego de que la organización recopilara información sobre millones de muertos a manos del Estado, bajo el entonces dictador soviético Joseph Stalin.
Los crímenes de la era de Stalin son vistos como un asunto espinoso para el Kremlin que trastorna partes del establecimiento político moderno en Rusia, pues los servicios de seguridad son influyentes en el actual Gobierno.
Muestra de ello es que la parte acusadora argumentó que los ciudadanos rusos no deberían avergonzarse, y en cambio deleitarse, con lo que llamaron el legado de la victoria en la Segunda Guerra Mundial.
Los fiscales aseguraron que las extensas listas de víctimas de la represión estalinista, compiladas por Memorial International, también incluían «delincuentes nazis con sangre de ciudadanos soviéticos en sus manos».
«Es por eso que nosotros, los descendientes de los vencedores (de la Segunda Guerra Mundial), nos vemos obligados a estar atentos a los intentos de rehabilitar a los traidores de la patria y los colaboradores nazis«, afirmó el fiscal Zhafyarov.
Por su parte, el abogado de Memorial, Henry Reznik, describió los comentarios del fiscal y el fallo para cerrar la organización como «una reminiscencia de la década de 1930».
«Estoy absolutamente convencido de que esta demanda era ilegal» (…) Pero es una decisión política», explicó Reznik.
Memorial apelará incluso ante el Tribunal Europeo de DDHH
En un desafío al dictamen del Supremo ruso, el presidente de Memorial International, Jan Raczynski, anunció que su organización apelará al veredicto en Rusia y, si es necesario, acudirá al Tribunal Europeo de Derechos Humanos en Estrasburgo.
Asimismo, los líderes de la organización prometen continuar con su trabajo como de costumbre hasta que se agoten todas las apelaciones contra la prohibición.
«Los fiscales no pueden detener el trabajo de Memorial«, afirmó Raczynski, pues aseguró que hay «muchas personas que se identifican con Memorial” aun cuando no pertenezcan a ninguna organización.
Explicó que existen muchas organizaciones adscritas a la ONG, pero que no están registradas o no figuran como personas jurídicas.
Este es considerado el más reciente paso en la represión de las autoridades rusas contra activistas, medios de comunicación independientes y opositores. Una situación profundizada en los últimos años tras la entrada en vigor de las normas sobre agentes extranjeros.
Algunos de ellos fueron etiquetados como «indeseables», un señalamiento que prohíbe a cualquier individuo o conglomerado sostener vínculos con ellos, varios se vieron obligados a cerrar o disolverse para evitar un mayor enjuiciamiento.
(Con información de France24)