Las heridas emocionales de cada persona están directamente relacionadas con su padecimiento y comenzar la curación de ellas, también ayudará a mejorar las enfermedades que enfrentamos. Te mostramos cómo identificar esa emoción e iniciar la sanación.
La diabetes es una enfermedad cuya característica común principal es la presencia de concentraciones elevadas de glucosa en la sangre de manera persistente o crónica. En el mundo hay 463 millones de personas con diabetes, entre 20 y 79 años. En Chile en tanto se estima que el número supera el millón y medio de personas. Una realidad que nos impacta y cuyas cifras pueden seguir aumentando, tomando en cuenta que nuestro país es líder en la región.
La pregunta que se desprende de estos datos es: ¿puede existir un origen emocional en esta enfermedad? Fabiola Escobar Experta en Programación Neurolingüística, Coaching y Grafología explica que, gracias a esta técnica, es posible encontrar el inicio de esta patología en el ser humano y lograr además estabilizar los indicadores que llevan a esta enfermedad.
“En cada cerebro es distinta la información de la amargura de la vida que tienes, por lo tanto para cada cabeza el medicamento, que en este caso son las palabras, son diferentes. Entonces el tratamiento es una secuencia de técnicas y herramientas que van a la desprogramación de la diabetes y programar la estabilidad de los indicadores que son clásicos y que declaran la enfermedad”, explica la especialista.
Fabiola Escobar, señala que, a través de la programación Neurolingüística, es posible determinar que la diabetes, se debe a un conflicto emocional no resuelto, por lo tanto la herida emocional que provoca la diabetes es un dolor que vivió la persona y que quedó instalado dentro de ella provocando una falta de dulzura a la vida, que es netamente emocional. “Tiene su origen en una herida emocional grande, que provocó una falta de dulzura a la vida o una amargura en la vida, que trajo la enfermedad”.
La Programación Neurolingüística no promete la sanación total de la enfermedad, lo que ofrece es estabilizar los indicadores que están alterados en el organismo, para ir poco a poco disminuyendo la ingesta de medicamentos.
El tratamiento consiste en apuntar a las mejoras de sus conductas alimentarias, conductas emocionales de todo tipo. “Una vez instalada la nueva programación, la persona por consecuencia empieza a tener cambios de hábitos o mejoras en su calidad de vida”, señala.
A través de la PNL el paciente llega a conocer cómo es su realidad y qué les gustaría cambiar. Les permite indagar en su mundo interior para llegar a descubrir sus grandes recursos internos y les enseña la forma de poder utilizarlos para transformar su realidad y crear la vida que realmente desean vivir.
La técnica de la PNL permite desprogramar la emoción que está afectando la salud de la persona y ayuda a planificar y estructurar los deseos, mejorar la actitud y aptitudes alineándose hacia un fin determinado. “Lo principal es poder identificar las heridas emocionales que nos están afectando y lograr la curación para la estabilidad o sanación total”, puntualiza.
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