La posibilidad de que la Fiscalía abra una causa penal en contra del Presidente Piñera por antecedentes que supuestamente no se habrían entregado durante la investigación del caso Exalmar-Dominga, cayó como una bomba en La Moneda, y especialmente en «Los Pretorianos» causando una enorme molestia en los círculos gubernamentales.
De hecho, en pasillos se señaló abiertamente que la información publicada recientemente desde la carpeta del caso se trató de una jugada sucia de Fiscalía, al filtrar dichos antecedentes.
«Esto es un abuso de poder de la Fiscalía«, indicaron fuentes de Palacio, las que hicieron hincapié en que «¿quién tiene la carpeta?, Fiscalía. Ahora la pregunta a responder es por qué lo tienen otros…«.
Pero en este escenario en el cual finalmente el abogado Juan Domingo Acosta entregó una detallada declaración sobre el tema, en la sede presidencial se espera contener el avance de la acusación constitucional, ya que consideran que buena parte de quienes llamaron a presentarla y sus apoyos, lo hicieron desconociendo totalmente los antecedentes de fondo.
«Hemos estado haciendo un trabajo, hablando con los más receptivos (…) creo sinceramente que podemos dar vuelta el resultado en la Cámara«, aseguraron en las oficinas de Palacio, donde afirman que la acusación «es movilizada por un grupo que lo que quiere es solo el poder total antes de las elecciones«.
La molestia con Sichel
En este escenario, otra arista que ha causado gran escozor es la postura del candidato presidencial oficialista, Sebastián Sichel.
«No me gusto para nada la frase que dijo Sichel», señaló una autoridad al referirse al planteamiento del aspirante presidencial sobre que el presidente Piñera debería entregar más explicaciones a la ciudadanía respecto a la negociación del proyecto minero en el paraíso fiscal.
Recalcó además que «no me gusto nada que, habiendo hablado de lo de su familia, ahora le dé al Presidente de esta forma».
Pese a este enojo, señalaron que no hablarán directamente con Sichel por el tema (a menos que el propio Presidente decida hacerlo por su parte), pero sí han hablado con personas de su comando para representarles la molestia por estas declaraciones.
«No esperamos una defensa de su parte, entendiendo el contexto político, sino que al menos no ataque«, reafirmó la fuente al criticar la actitud del candidato.