El anuncio del pacto Aukus ‘pone una gran brecha en la alianza de la OTAN’ para Francia, dice el ex embajador del Reino Unido, en una nota de The Guardian, que revela los coletazos que está dejando la nueva alianza militar que ya molestó a China y está provocando una inusitada reacción francesa.

La histórica decisión de Francia de retirar a sus embajadores en Estados Unidos y Australia es mucho más que una disputa diplomática, advirtieron analistas.

La medida, en protesta por la sorprendente decisión de Canberra de cancelar un pedido de submarinos construidos por Francia y su pacto de seguridad con Washington y Londres, afectará el papel de Francia y Europa en la OTAN y las relaciones ya tensas con el Reino Unido.

Los funcionarios franceses han acusado a Australia, los Estados Unidos y el Reino Unido de comportarse de una manera solapada y engañosa que ha traicionado y humillado a Francia.

«Esto es mucho más que una disputa diplomática, la retirada de los embajadores es la punta del iceberg», dijo Peter Ricketts, ex subsecretario permanente del Ministerio de Relaciones Exteriores y ex embajador del Reino Unido en Francia, al programa Today de BBC Radio 4.

“Hay un profundo sentimiento de traición en Francia porque esto no fue solo un contrato de armas, esto fue Francia estableciendo una asociación estratégica con Australia y los australianos ahora lo han tirado a la basura y negociado a espaldas de Francia con dos aliados de la OTAN , y el Reino Unido, para reemplazarlo con un contrato completamente diferente.

“Para los franceses esto parece una completa falta de confianza entre los aliados y pone en duda para qué sirve la OTAN. Esto pone una gran brecha en el medio de la alianza de la OTAN … Gran Bretaña necesita una alianza de la OTAN que funcione «.

Ricketts agregó: «Creo que la gente subestimó el impacto que esto tendría en Francia y cómo esto parecería una humillación y traición en un año que el presidente Macron se presenta a las elecciones en una carrera muy reñida con la extrema derecha».

El orden histórico para retirar a los embajadores de Francia vino directamente de Macron. Un portavoz del Elíseo dijo que la «gravedad» de la situación requería la respuesta del presidente. “Más allá de la cuestión del incumplimiento de un contrato y sus consecuencias, particularmente en términos de empleo, está lo que dice esta decisión sobre la estrategia de la alianza. [Tal comportamiento] es inaceptable entre aliados ”, dijo el Elíseo.

En una declaración airada el viernes por la noche, el ministro de Relaciones Exteriores francés, Jean-Yves Le Drian, dijo: «Esta decisión excepcional se justifica debido a la seriedad excepcional de los anuncios hechos el 15 de septiembre por Australia y los Estados Unidos».Anuncio publicitario

Los franceses están furiosos por la decisión de Australia de cancelar un contrato de 90.000 millones de dólares australianos (48.000 millones de libras esterlinas) que firmó con la empresa francesa Naval Group en 2016 para una flota de 12 submarinos de clase de ataque de última generación. Ese acuerdo se empantanó en sobrecostos, retrasos y cambios de diseño. Naval Group dijo que el nuevo acuerdo que verá a Canberra adquirir submarinos de propulsión nuclear construidos por Estados Unidos y el Reino Unido, en lugar de los de Francia, fue una «gran decepción».

Le Drian ya había descrito el pacto de seguridad trilateral Aukus , incluido el acuerdo del submarino, como una «puñalada por la espalda» .

“El abandono del proyecto submarino de clase oceánica que unía a Australia y Francia desde 2016, y el anuncio de una nueva asociación con Estados Unidos para lanzar estudios sobre una posible cooperación futura en submarinos de propulsión nuclear, constituyen un comportamiento inaceptable entre aliados y socios, cuyas consecuencias afectan la concepción misma que tenemos de nuestras alianzas, nuestras alianzas y la importancia de la región del Indo-Pacífico para Europa ”, agregó.

Francia también está furiosa por lo que ve como la deshonestidad de las declaraciones provenientes de Australia, cuyo primer ministro, Scott Morrison, dijo que Canberra quería submarinos nucleares “con más autonomía y más discretos que los submarinos convencionales que propuso Francia”.

Francia dice que alteró el diseño de sus submarinos nucleares a diésel porque eso es lo que Australia quería y ordenaba.

En términos de la asociación Indo-Pacífico, Francia es un aliado natural para Australia, ya que tiene territorios de ultramar que albergan a más de 1,6 millones de ciudadanos franceses en la región. París también tiene una presencia militar significativa allí, con 8.000 soldados y decenas de barcos, incluidos submarinos nucleares, posicionados en varias bases.

Nathalie Goulet, miembro de la oposición y vicepresidenta de la comisión de asuntos exteriores, defensa y fuerzas armadas del Sénat francés, dijo que la situación era «muy inquietante».

«Alguien debería haber advertido antes de este incumplimiento de contrato … no entiendo que esto no podría haber sucedido de la noche a la mañana», dijo.

«Es un fracaso para la industria, la inteligencia y la comunicación y una humillación pública … y a nadie le gusta que lo humille, ni siquiera a los franceses».

Es la primera vez que Francia retira a un embajador de Estados Unidos; los dos países han sido aliados desde la guerra de independencia de Estados Unidos. Francia también canceló una gala que debía celebrarse el viernes para conmemorar el aniversario de la Batalla de la Bahía de Chesapeake, un hecho decisivo en la guerra, que terminó con la victoria de la flota francesa sobre la británica el 5 de septiembre de 1781.

Un funcionario de la Casa Blanca dijo a Reuters que Estados Unidos lamentó la decisión francesa y dijo que Washington había estado en estrecho contacto con París. El funcionario dijo que Estados Unidos se comprometerá en los próximos días para resolver las diferencias entre los dos países.

El Reino Unido había actuado de manera oportunista, dijo el viernes una fuente diplomática francesa.

«El Reino Unido acompañó esta operación de manera oportunista», dijo la fuente a Reuters. “No necesitamos consultar en París con nuestro embajador para saber qué pensar y qué conclusiones sacar”.

La ministra de Asuntos Exteriores de Australia, Marise Payne, en Washington, dijo que entendía la «decepción» en París y esperaba trabajar con Francia para asegurar que comprenda «el valor que le damos a la relación bilateral y el trabajo que queremos seguir haciendo. juntos».