El Gobierno y la PDI dieron a conocer este viernes la desarticulación de una banda que se dedicaban a ingresar personas ilegalmente a Chile.
Previo pago de 200 dólares, los detenidos habrían logrado que más de 3.600 personas ingresaran clandestinamente al país a través de las fronteras internacionales.
En el anuncio realizado por la Brigada Investigadora de Trata de Personas Metropolitana (Britrap), se detalló además que la banda, integrada por 9 personas, trasladaba a cerca de 60 migrantes diarios.
Los detenidos serían una mujer de nacionalidad boliviana, líder de la banda, dos ciudadanos venezolanos con situación migratoria irregular y seis ciudadanos chilenos, según declaró el prefecto inspector y jefe nacional Antinarcóticos y Crimen Organizado, Alex Schwarzenberg.
Sobre ello, el ministro del Interior, Rodrigo Delgado, aseguró que “cualquier persona con un estatus de ingreso irregular es motivo suficiente para una expulsión”, pero que aún no se ha tomado una decisión al respecto.
En la misma línea la autoridad fue tajante al remarcar: “No naturalicemos el ingreso irregular a Chile ya sea por iniciativa propia o porque se busque a coyotes o bandas que los ayuden”.
Por su parte la fiscal de Alta Complejidad de la Fiscalía Centro Norte, Carolina Suazo, detalló que la banda actuaba desde febrero facilitando “el ingreso ilegal de migrantes a nuestro país con la finalidad de traerlos a Santiago, a la comuna de Estación Central”.
“De acuerdo al cálculo que hemos podido realizar hasta ahora, esta organización traficó al menos a 3.600 personas, entre ellas menores de edad, por lo que es trata de migrantes agravada”, añadió.
