La Coordinadora Arauco Malleco (CAM) rechazó este jueves a los mapuche que forman parte de la Convención Constituyente y reivindican la lucha armada como única vía para la recuperación de los territorios y conseguir la “liberación nacional mapuche”.
Así lo consignan en un comunicado en el que también reconocen la labor dentro de la CAM del “weichafe” Pablo Marchant, quien murió en Carahue en un supuesto enfrentamiento con Carabineros.
“Reivindicamos a nuestro weichafe Pablo Marchant, destacado militante de la Coordinadora Arauco Malleco e integrante del Órgano de Resistencia Territorial –ORT Lafkenche-Leftraru, quien cayó en combate frente a los lacayos del gran capital el pasado viernes 9 de julio en el Wallmapu. Queremos ser claros y precisos: en el contexto de la lucha frontal contra las inversiones capitalistas en nuestro territorio y por la liberación nacional mapuche, Pablo Marchant deja un legado de compromiso militante y entrega de carácter irreductible, el cual honraremos en cada acción de resistencia que nuestros weychafe ejecuten a lo largo y ancho del Wallmapu”, precisa el texto.
Asimismo, culpan a las fuerzas policial y las corporaciones forestales, especialmente Mininco, como los responsables de la muerte de Marchant como también de los “históricos despojos, la expoliación, el genocidio y la dominación colonial de nuestro pueblo, lógicas que el weychafe Pablo marchant enfrentó con entereza revolucionaria ejemplar, incluso dando su vida por ello”.
“Que, a diferencia de lo que piensan los sectores vacilantes y entreguistas mapuche y no mapuche, la muerte de nuestro weychafe ocurre en un contexto donde la democracia burguesa y colonial demuestra su verdadero rostro, poniendo énfasis en la política represiva, lo que significa la aceptación del mapuche dócil y plomo contra el insurgente. Es en este contexto socio político que hoy se juegan las condiciones para avanzar en la reconstrucción nacional Mapuche, no obstante, según los “representantes plurinacionales”, estas condiciones estarían limitadas a los avances y retrocesos derivados de la convención constituyente, cuestión totalmente equivocada y que resultara en una nueva falacia y engaño para nuestro pueblo”, sostiene.
En esa línea, la CAM también rechaza la Constituyente y los mapuche convencionales, indicando que “reivindicamos que los mapuches históricamente hemos cuestionado ser parte del Estado opresor y a rendirnos ante la sumisión colonial que esto conlleva”.
Y agregan que “de esta manera, la participación mapuche en la convención, como una supuesta oportunidad para “refundar” el país, lo que en realidad representa es un acto de sometimiento al pacto colonial, que brinda una posibilidad de reacomodo a la gobernabilidad neoliberal que ha agudizado la devastación del Wallmapu en las últimas décadas”.
“La elección de esta vía institucional intenta poner una camisa de fuerza a la soberanía de nuestro proyecto político emancipatorio y, a la vez, someterlo a la geopolítica de un estado criminal. Cuestión que pone en entredicho todo lo acumulado en materia territorial por el movimiento autonomista, más si tal vía está ligada a los partidos políticos tradicionales que históricamente han representado a los intereses de la burguesía nacional e internacional”, explican.
La CAM en su comunicado precisa que “es una absoluta falacia creer que, en este contexto, el “pragmatismo político” y la “oportunidad histórica” de la constituyente permitirán crear una mejor correlación de fuerzas para la causa mapuche. Por el contrario, mediante esta vía jamás se han logrado avances sustantivos en materia territorial y política, lo cual se puede ver reflejado en el fracaso que ha representado la iniciativa de compra y venta de tierras impulsada por los gobiernos de turno y que solo se puso al servicio del sistema de propiedad usurpado y del extractivismo”.
En ese contexto, la coordinadora reafirma que “la única vía posible para la liberación nacional mapuche es el weychan (guerra) y la confrontación directa contra la expresiones del capitalismo en el Wallmapu”, convocando a todas las comunidades a “definir acciones conjuntas de resistencia, acumular fuerzas y acordar una estrategia de confrontación para este nuevo ciclo que se abre”.
“Como CAM reivindicamos que la base concreta de esta estrategia debe ser, en primer lugar, la declaración de guerra directa contra las forestales y toda expresión del capitalismo en nuestro territorio”, sostienen.
Finalmente la organización de resistencia se adjudican distintas acciones armadas en los últimos meses como quemas de camiones, ataques y quema de maquinaria forestal como también el ataque del 9 de julio al Fundo Santa Ana donde fue abatido Pablo Marchant.